Seguro que todos los que leéis MuyLinux habéis visto como el «Censo GNOME» que apareció publicado en las conferencias GUADEC la semana pasada provocó una verdadera polémica en el mundo Linux y más concretamente en todo lo que rodea a Canonical y a su distribución Ubuntu.
Dave Neary presentó dicho censo el pasado 28 de julio, y la conclusión más llamativa para muchos fue el hecho de que Red Hat contribuía con un 16% del código a GNOME, mientras que Canonical apenas aportaba un 1% del código de GNOME, un proyecto que curiosamente es la base de su distribución Ubuntu.
Eso es lo que destacó Greg DeKoenigsberg (ex-empleado de Red Hat) en un «incendiario» post en su blog en el que dejaba claro que estaba realmente molesto por la limitada contribución de Canonical al código fuente de GNOME.
Jono Bacon, Ubuntu Community Manager y toda una persona influyente en el mundo Linux, también publicó un post en su blog, en el cual trató de explicar la situación de Canonical y su contribución real a GNOME. Cierto que su contribución al upstream es ese 1%, afirmaba Bacon, pero lo que el estudio de Neary no reflejaba es que hay un montón de proyectos que Canonical aporta a GNOME y que no están aceptados oficialmente, aunque luego tanto Ubuntu como otras distribuciones hagan uso de ellas. Por ejemplo las mejoras visuales como las que aportan notify-osd, Unity, los indicadores, o herramientas como Simple Scan.
Ese razonamiento y el post anterior de DeKoenigsberg fueron también utilizados por Mark Shuttleworth en un post inevitable que escribió para dar su opinión sobre el escándalo y que tenía un título muy descriptivo: «El tribalismo es el enemigo interior«. En dicho artículo el fundador de Canonical explicaba como estas guerras internas y estos «talibanismos» no conducen a nada, y que no tiene sentido entrar en la batalla del «yo hice más que tú», porque «todos hacemos cosas porque creemos en ellas, no porque queramos demostrar que todos los demás no tienen la razón».
Toda esa serie de artículos -y los cientos de posts de blogs de todo el mundo- hicieron reflexionar a DeKoenigsberg, que de hecho trató de explicar que su primer post fue escrito «en caliente» por las «viejas heridas» que sufrió cuando trabajaba para Red Hat y veía críticas como la del propio Shuttleworth, que en el pasado había calificado a esa empresa de ser una empresa de software propietario.
Este ex-empleado se tomó muy a pecho esas declaraciones, y de hecho años después seguía «mosqueado» con Shuttleworth, lo que le llevó a escribir un artículo exagerado en sus conclusiones. DeKoenigsberg ha dado marcha atrás con un post llamado precisamente «Old wounds» («viejas heridas»), y todo ha quedado -esperemos- en un debate «muy animado» en el que cada uno volvía a mostrar su opinión.
Lo importante, como decía DeKoenigsberg, es que «La vida es demasiado corta para aferrarse a esos rencores que probablemente ni siquiera debería haber creado«. Sabias palabras.
[Actualización (03/08/2010)]]: Mark Shuttleworth ha escrito un post titulado «Curando viejas heridas» en el que precisamente responde al último post de DeKoenigsberg y en el que le agradece esa última reflexión y se despide con un «démonos la mano» que parece zanjar definitivamente la polémica. Me quedo con un parrafito del post:
«Deberíamos comenzar todo debate en el software libre con un mutuo recordatorio del hecho de que tenemos mucho más en común que de diferente, que los éxitos individuales nos enriquecen a todos más en nuestra economía basada en la filosofía abierta que lo que podrían hacerlo en una propietaria, en que es mejor para nosotros encontrar un modo de animar a otros a continuar participando incluso si no están buscando los mismos errores que nosotros buscamos, o que castigarles por pensar de forma distinta».