Hay mucho que contar de Mandriva 2011. Cada nueva versión de desarrollo es un revulsivo de ideas que no parecen concretarse, pero que poco a poco van tomando una dirección más o menos definida: distinción estética y práctica, con KDE como herramienta primordial. Esta visión del conjunto se hace más nítida conforme se van conociendo nuevos detalles.
Antes de ir al grano, no obstante, me gustaría recordar un poco todo lo acaecido hasta este momento, ya que conviene tenerlo en cuenta a la hora de evaluar la actual situación y devenir de esta distribución, todo un estandarte de Linux que en los últimos tiempos ha vivido las horas más bajas de su existencia pero que, cual Ave Fénix, parece resurgir de sus cenizas (o al menos intentarlo).
El camino hasta Mandriva 2011 Beta 2
Hace casi un año comenzó la caída de Mandriva. Primero fueron los rumores de venta, a partir de ahí la compañía francesa simplemente recogió lo que había sembrado por su mala gestión y por una actitud bastante despreciativa para con su propia comunidad. Suena duro, pero es así.
Desde entonces hemos asistido al culebrón Mandriva, cuyos capítulos encontraréis desperdigados por las páginas de MuyLinux pues seguimos de cerca los dimes y diretes de la compañía, que tuvo que ser abofeteada por su comunidad con el fork Mageia para darse cuenta de que o cambiaban de rumbo o el barco se hundía. Pero no vamos a entrar en eso ahora.
Muchos, simplemente, no le dieron crédito alguno a sus palabras, ni siquiera al detalle que supuso Mandriva 2010.2, pero el desarrollo de la Rubia continuó con Mandriva 2011 Technology Preview, Alpha 1 y Alpha 2, una primera beta que se nos pasó anunciar y una segunda que ayer mismo veíais publicada.
De las palabras se ha pasado a los hechos, y es imposible mirar con los mismos ojos de hace un año a un proyecto que está poniendo toda la carne en el asador para volver al ruedo por la puerta grande. Sin embargo, es pronto para aseverar nada: Mandriva 2011 está a medio hacer, se nota mucho, pero lo que ya se puede ver -y lo que no pero se intuye- transmite muy buenas sensaciones.
En esta ocasión no vamos a repetir las cosas de siempre: que si tal versión del kernel, que si estas aplicaciones, etc. Cuando llegue el momento del lanzamiento de su versión final detallaremos todos estos pormenores. Ahora, de cara al usuario, lo que interesa saber es si Mandriva tiene algo que aportar (con ésto en mente solo me gustaría incidir en un detalle: RPM 5 -ni Fedora se ha atrevido a ir tan lejos-).
De cara al usuario hay que tener una cosa muy en cuenta: Mandriva se ha transmutado en una distro pro-KDE, con todo lo que ésto conlleva, y es precisamente el trabajo que están haciendo con su KDE lo que imbuye al proyecto en una nueva dimensión.
Aspecto visual y nueva pantalla de login
Una pregunta: ¿En qué se diferencian las distribuciones GNOME de las KDE? Respuesta: en mil cosas, pero hay una en particular que siempre me ha llamado la atención, y no es otra que las modificaciones a nivel gráfico.
Comparar Ubuntu, Linux Mint, openSUSE (GNOME), Fedora… Cada una tiene el estilo que le quieren dar sus desarrolladores, mientras que si hacemos el mismo ejercicio con Kubuntu, openSUSE (KDE), Fedora (KDE) veremos que son todas iguales. Incluso si añadimos a la ecuación distros como Pardus o Chakra Linux, que «tunean» bastante su apariencia.
Da igual que unas lleven un tema de Plasma oscuro o diferente, o que cambien tal detalle aquí o allá, que añadan su branding o no, todos, repito, todos los temas están basados en Oxygen (que es excelente, ojo), y eso se nota mucho. Demasiado. En este punto Mandriva destaca sobre las demás, pues a pesar de que I’Ora es un empastre visual desfasado, por lo menos tuvieron el valor en su momento de apostar por tener un toque diferente.
Aquí encuentro el primer escollo en mi redacción, y es que las imágenes que se pueden ver en muchos sitios no se corresponden en nada a lo que tengo delante mío. En cuanto al apartado visual, Mandriva 2011 va a tener muchos cambios, pero se siguen haciendo pruebas a este respecto, que varía de una versión a otra.
Por ejemplo, una imagen perteneciente a Mandriva 2011 Alpha 1 y otra a Mandriva 2011 Beta 2:
Los cambios son palpables y me temo que aún queda mucho para que veamos algo en claro en este sentido. Por ahora todo en una mescolanza sin atar (los bordes de las ventanas parecen los de Linux Mint 10, el estilo de los applets es un horrible GTK-Curve sin ninguna integración…).
Vamos pues, a los cambios en que sí se aprecia una dirección evolutiva, comenzando por el instalador, que incluye una nueva opción para añadir un avatar personalizado que desplegará todo su encanto en una nueva pantalla de identificación, inacabada pero muy interesante.
El escritorio ROSA
Este punto va íntimamente relacionado con el anterior, porque el concepto ROSA lo puede cambiar TODO. Pero comencemos la historia por el principio:
Mandriva encargó la programación de un plasmoide a ROSA, una compañía rusa bastante especializada en retocar KDE, por lo que he podido comprobar. Este plasmoide, o applet, se llama Stackfolder.
Stackfolder sería una especie de mezcla de las vistas de carpeta y el acceso rápido (Folder Views y QuickAccess), es decir, vistas de carpeta navegables que se pueden añadir al panel. Hablamos de la posibilidad de tener «muchos escritorios en un mismo escritorio sin cambiar de escritorio» (vaya lío) y sin la necesidad siquiera de usar un administrado de archivos, dependiendo de las circunstancias.
Los usuarios de otros escritorios puede que no entendáis muy bien de qué hablo, pero los de KDE que disfrutáis del poder de estos plasmoides simplemente fliparéis con las posibilidades, porque no existe nada parecido para ningún escritorio, comercial o no. Un vídeo de demostración:
[youtube:http://www.youtube.com/watch?v=8ea8wLzSv1M 550 330]
A raíz de este encargo, parece que los desarrolladores de Mandriva han ido uniendo lazos con los de ROSA, que además del nombre de su compañía es el de su proyecto, una distribución GNU/Linux basada en Mandriva y KDE que innova como nunca antes había visto (en el retoque visual del escritorio, a lo que me refería antes).
¿Queréis una prueba a tal afirmación? Con todos vosotros, «KDE Elementary«:
Así es. ROSA Desktop es una distribución que mezcla todos los conceptos citados y algunos nuevos. Pero solo está disponible en ruso (aunque bien pensado solo faltaría instalar las traducciones del escritorio para tenerlo en el idioma que queramos).
Siguiendo con la colaboración ROSA-Mandriva, el panel de KDE ya no es tal, sino que es el ROSA Panel, exactamente el mismo de siempre pero con un nuevo menú a pantalla completa (por lo menos a 1024×768) bastante engorroso y que incluye dos vistas: bienvenida (algo así como favoritos, lugares y documentos recientes todo en uno) y aplicaciones.
Y como una imagen vale más que mil palabras, ahí van dos:
Y aquí terminan, de momento, los «cambios ROSA». De nuevo, todo está a medio hacer: Stackfolder tiene un comportamiento bastante malo (se redimensiona automáticamente al cambiar de directorio y es un fastidio, pero solo probándolo comprenderéis a qué me refiero), el nuevo menú no tiene ninguna configuración disponible (ni siquiera se puede modificar el tamaño), ROSA Panel no aporta nada… Pero solo por las posibilidaes que se vislumbran se merecen el beneficio de la duda (incluido ese «KDE Elementary»).
¿Ya está todo? Ni mucho menos, porque los desarrolladores de Mandriva, por su parte, siguen trabajando en las siguientes novedades…
Herramientas de sistema y nuevo gestor de software
Si probamos Mandriva 2011 Beta 2, nos daremos cuenta de que casi todos los drakes de Mandriva -las aplicaciones que juntas forman el centro de control del sistema- siguen en su sitio. Exactamente igual que antes, lo mismo para el gestor de software. ¿Veremos los avances que se están cocinando en la versión final? Es difícil de asegurar; de momento, un adelanto, comenzando por el nuevo centro de control.
Las drakes referidos son uno de los orgullos de Mandriva como distribución, una completa suerte de utilidades de configuración solo superadas por YaST, la configuración del sistema de openSUSE. A diferencia de YaST, las herramientas de Mandriva están escritas en Perl sobe una interfaz GTK+, por lo que nunca han casado del todo bien con KDE.
Ahora, con el abandono de algunas de esas herramientas en pos de las opciones que ofrece el mismo KDE, estos módulos se están reescribiendo en Python sobre una interfaz Qt, además de integrarlos en las Preferencias del sistema del escritorio. Se han visto dos, para la gestión de usuarios y servicios:
[youtube:http://www.youtube.com/watch?v=F-foJOCe7vc 550 330]
Curiosamente, KDE ya dispone de estos dos módulos, para gestionar tanto usuarios como servicios, con lo que no es extraño preguntarse por qué gastan tiempo en algo así, cuando hay cosas que hacen mucha más falta (como se suele decir, el que la lleva la entiende).
Terminamos con el nuevo gestor de paquetes, mucho más interesante a pesar de encontrarse en un temprano estado de desarrollo, razón por la cual es pronto para decir que es caótico o preguntarse ¿por qué no copiar el Centro de Software de Ubuntu, si funciona y a la gente le gusta? Otro vídeo de demostración:
[youtube:http://www.youtube.com/watch?v=S7KDtGVMVfs 550 330]
Y hasta aquí hemos llegado. Como véis, más que con un producto terminado parece que nos encontramos con un puzzle de piezas brillantes, que no terminan de encajar pero que relucen muy seductoramente. El esfuerzo que están haciendo los desarrolladores de Mandriva merecen confianza, porque pocas distribuciones arriesgan tanto cuando les ha funcionado bien la fórmula de siempre.
Al mismo tiempo, es evidente que Mandriva necesitba una regeneración, y aunque haya sido por las malas, bienvenida sea. Desde luego, mi interés ya lo tienen. En julio tendremos el resultado final, mientras tanto le seguiremos la pista de cerca, se lo ha ganado.
Por último me gustaría referirme -y agradecer- a ext4Blog y a Malcer, su autor, como fuente esencial para este artículo, sin la cual faltarían muchos de los detalles ofrecidos.
Bueno, ¿qué opináis?