Hoy los fans del Open Source y las tecnologías multiplataforma estamos de enhorabuena, ya que a través del blog oficial de Qt nos ha llegado la noticia de que la versión 5.2 de este potente framework ha superado el millón de descargas, una muestra de la gran gestión de Digia en torno a él y de que este software está despertando cada vez más interés entre los programadores, como ya comentamos hace algún tiempo.
Sin ánimo de repetir lo dicho anteriormente, nos centraremos en decir de que Qt es un framework (otros prefieren llamarlo biblioteca gráfica) que permite la creación de aplicaciones gráficas con el fin de hacer dicho proceso sencillo, facilitando la portabilidad entre distintos sistemas operativos. Está basado en C++, aunque también puede utilizar otras tecnologías como JavaScript.
Para los despistados, Qt es una tecnología que ha estado estrechamente ligado al mundo Linux, teniendo al entorno gráfico KDE como mayor exponente de su poder. También hay otras muchas aplicaciones de renombre que lo usan fuera de dicho entorno, como VLC, Skype, VirtualBox, Clementine, el software de animación Autodesk Maya (muy utilizado en superproducciones de Hollywood) y, cómo no, Ubuntu para móviles, donde Qt será la base de su entorno convergente.
Un mercado saturado de plataformas
El éxito de Qt no es casual, ya que aparte de la buena gestión de Digia hay que sumar el gran número de plataformas que ha ganado notoriedad en los últimos tiempos.
Hace diez años el Windows desktop copaba casi el 100% del mercado, lo que hacía que solo centrándose en dicha plataforma ya fuese suficiente para llegar a todo el mundo. Sin embargo los smartphones y las tabletas han abierto el mercado en varios frentes, primero dejando marginado a Microsoft en el área de las tecnologías táctiles y luego con el aumento de protagonismo de OS X, el cual los programadores ya tienen muy en cuenta y tampoco olvidemos el interés que está despertando GNU/Linux a través de Ubuntu y el experimento Steam OS.
Con todo esto, un gremio tradicionalmente reacio a los cambios como el de los programadores se ha visto obligado a buscar alternativas para poder hacer más manejable el tener sus aplicaciones en distintos sistemas operativos, y ahí Qt se ha mostrado como una solución equilibrada entre potencia y fácil portabilidad, ofreciendo herramientas que se adaptan a las metodologías y paradigmas más modernas de la programación.
Es evidente que Qt está en plena forma y que seguirá dando que hablar. Esperemos que cada día más desarrollos se basen en él, ya que eso significaría muchas más probabilidades de que esas aplicaciones lleguen a GNU/Linux, sistema tradicionalmente marginado para muchas soluciones profesionales.