Traducimos íntegro el titular de MakeUseOf, aunque le añadimos una comillas porque es de esperar -lo sería, al menos- que a estas alturas de la película hayamos avanzado un trecho. Hablamos -y con esta introducción no podríamos hacerlo de ninguna otra cosa- de esos mitos que todavía sobrevuelan sobre Linux.
En el artículo original se explayan más, pero esos seis «secretos» que «desvelan» se pueden sintetizar claramente en una simple lista. Atención, porque si no conoces Linux, o GNU/Linux, como prefieras, te conviene saber que:
1. Puedes probar sin instalar.
En efecto, puedes probar Linux sin perjuicio o peligro para el sistema operativo que ya tengas instalado en tu ordenador.
2. No es común tener que buscar controladores por Internet.
No lo es, porque casi cualquier distribución actual viene bien equipada para estos menesteres.
3. Las alternativas existen.
Si no en todos los casos, en la mayoría se podrá encontrar software alternativo e igualmente eficiente.
4. Instalar aplicaciones es más fácil.
Por lo general, instalar software es más sencillo y más seguro que en Windows, porque lo tienes todo -o casi todo- en los repositorios.
5. Linux va de personalización.
De nuevo según casos, GNU/Linux se puede adaptar como ningún otro sistema a tus necesidades, por dentro y por fuera. Hasta dónde quieras llegar, si es que quieres llegar a algún sitio, es decisión tuya.
6. La terminal se usa ráramente y es muy sencilla de aprender.
Es cierto. No te compliques pensando en comandos indescifrables y códigos extraños: la consola, mola. Y si no te mola, pues no la utilices.
Y uno más, cosecha propia:
7. Todo el software tiene puntos fuertes y flacos.
Personalmente añadiría este séptimo «secreto» porque cuando se tratan estos temas, enseguida salen los extremos a relucir y se leen cosas como que «Windows es un agujero negro», «Linux es para expertos», etc, que suelen faltar a la verdad. Aunque en el caso de Windows no se pueda comprobar con absoluta certeza.
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