Durante el último mes he estado utilizando Antergos en mi portátil Toshiba. Después de esa experiencia, he tomado la decisión de compartir las impresiones que me ha dado esta distribución GNU/Linux de origen español, la cual ha ganado bastante notoriedad en los últimos tiempos gracias a que ofrece una experiencia “humanizada” en torno a Arch Linux y a su gran implementación de GNOME Shell.
Características del ordenador utilizado con Antergos
El ordenador utilizado es el mismo que para las impresiones de Ubuntu 16.04, aunque durante el transcurso de mi “convivencia” con Antergos hubo una modificación realizada para mejorar el desempeño del sistema y las aplicaciones, sobre todo en el arranque y el apagado o cierre. Recordamos las características:
- Portátil Toshiba Satellite Pro P200.
- CPU: Intel Core 2 Duo T7300 a 2GHz (con Intel Microcode instalado).
- RAM: 4GB
- Gráficos: ATI Mobility Radeon HD2600 de 256 megabytes de memoria compartida soportada a través de un driver libre.
- Almacenamiento y distribución:
- Durante las tres primeras semanas:
- Dos discos duros de 186GB reales cada uno a 5.400rpm sobre los cuales hubo un dual-boot Windows 7 y Antergos.
- En el primer disco duro estaba la partición raíz (/), formateada con btrfs y ocupando unos 50GB.
- En el primer disco duro estaba la swap (área de intercambio) ocupando unos 4GB.
- El segundo disco duro estaba dedicado en su totalidad a las carpetas de usuario de Ubuntu en una partición ext4 que ocupa unos 186GB.
- Durante la última semana:
- Una unidad SSD de 500GB Samsung 850 EVO sobre el cual hubo un un dual-boot Windows 7 y Antergos.
- La partición raíz (/) estuvo formateada con btrfs y ocupando unos 50GB.
- La swap (área de intercambio) ocupó unos 4GB.
- La partición de las carpetas de usuario estuvo formateada en ext4 y ocupaba unos 265GB.
- Durante las tres primeras semanas:
LightDM, el gran punto negro
Si hay un componente de Antergos que no me ha gustado nada ha sido sin lugar a dudas LightDM. Este display manager ofrece una gran experiencia en Ubuntu, mostrándose ligero, versátil, sencillo de utilizar e incluso bonito a la vista. Sin embargo, sobre Antergos la cosa cambia bastante. Sí, sigue viéndose muy bonito, pero siempre lo he notado lento y tosco, insufrible cuando usaba discos duros en lugar del SSD. También me ha resultado muy poco amigable a la hora de utilizarlo con teclado, cuando el resto de display managers que he usado en GNU/Linux jamás me han dado ningún problema a la hora de sacarles partido desde ese periférico.
En resumidas cuentas, la experiencia con LightDM en Antergos no tiene nada que ver con la ofrecida por Ubuntu, por lo que recomiendo cambiarlo por GDM en caso de utilizar GNOME Shell como entorno, algo que se puede hacer ejecutando los siguientes comandos:
sudo pacman -S gdm # Instala GDM sudo systemctl disable lightdm # Elimina lightdm del arranque sudo systemctl enable gdm # Habilita gdm en el arranque sudo pacman -Rs lightdm # Desinstala LightDM con todas sus dependencias
Excelente experiencia con GNOME Shell y gran estabilidad del sistema
No es la primera vez que lo digo y no me canso de repetirlo, Antergos es una de las mejores experiencias que se pueden tener con GNOME Shell. No presenta en un principio un entorno con su configuración original, sino que tiene una implementación propia a la cual se le ha modificado algunas cosas y además incorpora GNOME Tweak Tools por defecto.
Por ejemplo, en las ventanas se pueden ver los botones de minimizar, maximizar y cerrar, al contrario que en un GNOME Shell estándar donde solo aparece el botón de cerrar. A nivel estético destaca el uso de Numix por defecto, que le da un aspecto muy atractivo pero un poco recargado para mi gusto, así que siempre lo cambio por Adwaita.
Por suerte, el “tuneo” de Antergos está hecho con mimo, no solo a nivel estético, sino también a nivel de rendimiento. GNOME Shell ofrece una respuesta excelente en todo momento, con un nivel de estabilidad que ya me hubiera gustado haber visto en Ubuntu 16.04 en su momento. Todo esto a pesar de utilizar de lo último en software GNOME y haber sido ejecutado sobre un ordenador con 9 años de antigüedad.
En cuanto al software, Antergos se nutre directamente de los repositorios de Arch Linux, a los cuales añade uno propio con algunos metapaquetes relacionados sobre todo con temas estéticos, por lo que no hay ninguna diferencia en el fondo con Arch Linux. Esto ayuda a que los mantenedores de Antergos no tengan que hacerse cargo de una gran cantidad de paquetes.
Y no solo he probado la distribución que nos ocupa. Con un mes por delante he podido hacer prácticamente de todo, incluso trabajar, y el sistema siempre ha respondido perfectamente a lo que le he pedido sin ninguna queja. Krita 3 ha funcionado a la perfección en todo momento, LibreOffice siempre ha estado al pie del cañón y hasta he podido programar sin inconvenientes. La única pega es que no he podido poner a prueba todo el soporte multimedia utilizando Kdenlive, pero no me atrevo a cifrar un vídeo con estas calores y esa vieja CPU.
Por otro lado, Samba me ha dado más dolores de cabeza de lo esperado. Lejos de ofrecer una configuración sencilla como en Ubuntu, en Antergos/Arch tienes que configurar todo desde cero y habilitar manualmente los servicios de smbd y nmbd para que todo funcione correctamente. Pese a todo, con insistencia y trabajo conseguí unos resultados que se acercan mucho a lo que obtengo con Ubuntu nada más instalar este servicio, el cual me es totalmente imprescindible para poder interoperar con ordenadores Windows.
Una gran distribución con mucho futuro
Mi experiencia con Antergos no ha podido ser más satisfactoria salvo por LightDM (el cual me ha llegado a frustrar bastante) y Samba. Casi siempre que uso una distribución derivada encuentro una experiencia que me deja peor sabor de boca que la distribución primigenia, motivo por el cual suelo preferir Ubuntu sobre Linux Mint y PinguyOS o usar la versión oficial de Qt sobre la suministrada por los repositorios.
Para concluir, tengo que decir que me parece un sistema operativo muy bien construido (aunque tampoco es que vaya mucho más allá de las modificaciones en GNOME Shell), estable y que puede venir muy bien a aquellas personas que busquen un escritorio Linux bonito, más o menos listo para usar (ya que por ejemplo no configura el teclado a español por defecto, dejándolo en inglés) y que no requiera de un gran mantenimiento.