Aunque en realidad -antes de que os echéis encima mía- se supone que esos tiempos son factibles en cualquier otra distribución, las pruebas publicadas en MattCutts indican que Ubuntu 9.04 es capaz de arrancar en tan sólo 17,5 segundos, incluido el lanzamiento de una sesión de Firefox.
Eso sí, para lograr ese impresionante tiempo de arranque han aprovechado la potencia y prestaciones de un disco SSD que pocos podríamos permitirnos, un Intel X25-E Extreme con tecnología SLC.
Eso ha dado como resultado un tiempo total desde que se pulsó el botón de arranque del ordenador de 22,5 segundos, a los que hay que restar los aproximadamente 5 segundos de la secuencia habitual de la BIOS.
En las pruebas se eliminó el tiempo de espera de GRUB a cero segundos, y también se habilitó el inicio automático de sesión, en la cual además se cargaba inicialmente una sesión de Firefox para demostrar que el sistema estaba en pleno funcionamiento.
De hecho, el tiempo luego fue mejorado al instalar Ubuntu usando el sistema de ficheros ext4, lo que redujo el tiempo de arranque medido por bootchart de los 8,67 segundos a los 7,83 segundos. No es una diferencia increíble, pero todo resta, ¿verdad?