Hace 15 años ni siquiera había oído hablar de Linux (creo), pero por aquel entonces ya había nacido un proyecto que pretendía acercar a los usuarios tanto de Windows como de aquel recién nacido sistema operativo. El proyecto Wine permite, como todos sabéis, ejecutar aplicaciones nativas de Windows bajo Linux, y durante esos 15 años hemos podido comprobar cómo tanto las oficialmente soportadas como otras muchas que los usuarios lograban hacer funcionar por su cuenta han demostrado que este es uno de los proyectos más importantes y populares para los linuxeros. Y como comentan en Barrapunto ayer, quizá ensombrecido por el lanzamiento de Firefox 3, también se presentó la versión final de Wine 1.0, un lanzamiento que se esperaba para el 20 de junio y que finalmente se adelantó unos días.
De hecho, gracias a este desarrollo nacieron otras ideas comerciales como Cedega (que surgió a partir de WineX, una versión destinada a poder ejecutar juegos DirectX), o CrossOver Office, pero lo que está claro es que Wine quedó como una solución muy fiable que nos ha permitido desde hace años no sólo trabajar con Linux, sino disfrutar en él de algunas aplicaciones Windows indispensables para ciertos usuarios, como por ejemplo distintas versiones de Microsoft Office o de Adobe Photoshop.
Muchísimas felicidades a sus desarrolladores, y a todos los usuarios que lo han utilizado en algún momento, que también son parte importante del proyecto, por supuesto. Qué mejor que descorchar una botella de un buen Rioja o Ribera de Duero para celebrarlo ;)