El llamado Kernel Driver Statement es una carta remitida por nada menos que 135 importantes desarrolladores del mundo Open Source en la que piden a los fabricantes que, de una vez por todas, consideren esta filosofía de Código Abierto a la hora de ofrecer sus controladores. Que den acceso al código para que esos controladores puedan ser mejorados y compartidos por la comunidad de usuarios, en lugar de protegerlos con licencias propietarias que no hacen más que perjudicar al usuario final.
La propia Linux Foundation ha apoyado esta iniciativa de los desarrolladores, con un mensaje paralelo en el que hablan de la importancia de los controladores de código abierto:
The Linux Foundation recommends that hardware manufacturers provide open source kernel modules. The open source nature of Linux is intrinsic to its success. We encourage manufacturers to work with the kernel community to provide open source kernel modules in order to enable their users and themselves to take advantage of the considerable benefits that Linux makes possible
Y tienen toda la razón: la compatibilidad hardware es una de las pocas barreras a las que se enfrentan los usuarios de distribuciones Linux, que aunque en la mayoría de los casos pueden utilizar sus dispositivos sin problemas, en otros escenarios (normalmente con periférifos antiguos o poco extendidos) se encuentran con situaciones muy incómodas y difíciles de resolver para poder usar dichos dispositivos bajo Linux.
No creo que sirva de nada, pero al menos ya hay quien les escucha.