Este famoso sistema operativo acaba de llegar a su versión 4.4, lo que representa la 24ª vez que ofrecen una nueva iteración de OpenBSD (25ª si contamos las versiones FTP, como apuntan sus desarrolladores en el anuncio oficial).
No soy un gran conocedor de los sistemas BSD, pero es algo que quiero enmendar pronto, y puede que OpenBSD sea una buena forma de comenzar a conocer mejor. La lista de cambios es inmensa como se puede apreciar en los sitios oficiales, que eso sí, afecta a muchas pequeñas incompatibilidades o defectos existentes en componentes de las versiones anteriores.
Esa es precisamente una de las cosas que quería comentar en este post: parece que los sistemas BSD «no saben venderse muy bien a sí mismos». Las páginas web de estos sistemas (desde luego, en OpenBSD es así) no resultan demasiado atractivas, y la publicación de nuevas versiones, que debería publicarse con mucha más fanfarria y quizás algún que otro «tour visual» (como hacen varias distros de GNU/Linux) pasan sin demasiada pena ni gloria por los medios generalistas, que en cambio sí prestan mucha atención a las distribuciones como Ubuntu.
Eso sí: si uno rebusca un poco ve que por otro lado los fans de esta plataforma sí que aportan creatividad con la creación de posters, camisetas y todo tipo de artwork relacionado. Qué extraño. A ver si en el futuro se ponen las pilas en este aspecto.