Hace unos días apareció un polémico post de Greg Kroah-Hartman, empleado de Novell, en el que publicaba las transparencias de su charla en la Linux Plumbers Conference 2008. En esas imágenes parecía quedar claro que Canonical apenas aportaba nada al kernel Linux y tampoco al proyecto X.Org, algo que muchos ya criticaban de este organismo pero que en realidad no parece del todo cierto.
Sobre todo, después de leer el más que interesante post de Dustin Kirkland, empleado de Canonical en estos momentos, y que trabajó desde 2000 hasta 2008 en IBM, lo que le da un buen ‘background’ para hablar del tema que tanto critica Kroah-Hartman.
Los números que presentó Kroah-Hartman en su charla parecían aplastantes: la contribución de Canonical al kernel y a otros proyectos parece ridícula en comparación con la popularidad de su distribución Ubuntu, y eso hace pensar que en Canonical se están aprovechando del trabajo de mucha otra gente.
Puede que eso sea cierto en parte, pero Kirkland hace una comparación interesante en la que apunta a los datos de las empresas más importantes del mundo Linux. Y cito:
I dug up a few numbers that Greg missed.
- Worldwide Employees (2007)
- Revenue (2007):
- Canonical:(probably somewhere south of the following numbers)
- Red Hat: $523 million USD
- Novell: $933 million USD
- IBM: $98,786 million USD (yes, that’s a hundred billion dollars)
- Years in Existence
- Canonical: 4 (founded in 2004)
- Red Hat: 15 (founded in 1993)
- Novell: 29 (founded in 1979)
- IBM: 119 (founded in 1889)
So, yeah, Canonical is a small, young company. It would be nice if Greg would normalize some of his numbers against each company’s size.
Esos datos dejan algo más clara la situación: puede que Canonical no contribuya demasiado, pero es que su tamaño también es mucho más pequeño que el de las grandes empresas que trabajan con Linux. En la propia transparencia se muestra que el 17% de las contribuciones al kernel provienen de programadores independientes, y que un 8,3% de ellas de hecho están contabilizadas como «no identificadas». A partir de ahí tenemos a las grandes del desarrollo del kernel: Red Hat, IBM, Novell, Intel, Oracle (qué sorpresa), la Linux Foundation y SGI (mi compi Trash, que trabaja allí, debe estar contento) están dentro de la lista de las 10 más importantes, pero Canonical no.
A partir de ahí Kirkdall lanza algunos argumentos en los que claramente se pica con Kroah-Hartman y en los que esgrime que Ubuntu es popular por algo (con gráficas de Google Trends), pero en los que se desvía del tema principal. Efectivamente, Canonical no destaca por su increíble contribución al kernel y otros componentes del sistema operativo GNU/Linux, pero hay que mirarlo todo de forma objetiva. Aún así, sí que se me queda esa sensación de que Kroah-Hartman tenía más razón que Kirkland a la hora de defender su postura. ¿Qué pensáis vosotros?