Nada menos que 357.000 equipos de colegios de toda la nación brasileña harán uso de un software basado en Linux para poder compartir los recursos de estos PCs entre alumnos de dichas escuelas.
La empresa encargada de ofrecer dicha solución es Userful Corp., una pequeña compañía canadiense de 40 empleados que desarrollo la aplicación llamada Multiplier y que se ejecuta como un servicio del sistema operativo y permite que un PC de sobremesa sea compartido por hasta 10 usuarios, todos conectados y con sus respectivos monitores, teclados o ratones.
Por lo visto Userful le ganó la partida a NComputing, que dispone de una solución para Windows y Linux del mismo tiempo para más costosa, algo que ha sido clave en la decisión del gobierno brasileño. Una buena noticia para el software libre y para comprobar que este tipo de filosofía también puede ser una excelente forma de hacer negocios.