Los requisitos de los sistemas operativos modernos -Windows Vista, Windows 7, Mac OS X- son cada vez mayores, y obligan a los usuarios a depender de hardware potente para que el sistema funcione suavemente, algo que no pasa en Linux. Aunque obviamente hay algunos apartados que sí mejoran si tenemos recursos más amplios, el sistema operativo GNU/Linux es el más versátil, y se puede instalar en viejos PCs sin problemas.
Lo estamos viendo cada vez con mayor frecuencia, y de hecho Windows Vista fue especialmente exigente en sus requisitos hardware: muchos usuarios no pudieron disfrutar de todas sus ventajas debido a que, entre otras cosas, se necesitaba una tarjeta gráfica con soporte DirectX 10 para poder activar todos los efectos visuales. Pero las necesidades de memoria y procesador también obligaron a muchos usuarios a continuar con sus instalaciones de Windows XP, una tendencia que se ha mantenido hasta la fecha.
Microsoft ha sabido evolucionar en este sentido y Windows 7 será menos exigente que su antecesor. Según los datos oficiales, Windows 7 necesita un procesador a 1 GHz, 1 Gbyte de memoria, 16 Gbytes de disco duro y 128 Mbytes de memoria gráfica en una gráfica que como mínimo debe soportar DX9. La última edición de Ubuntu, por ejemplo, tiene como requisitos mínimos oficiales un procesador a 700 MHz y 256 Mbytes de RAM , pero como todos los usuarios de Linux sabemos, en realidad esa distribución puede utilizarse cómodamente en configuraciones mucho más modestas.
El único problema lo plantean GNOME y KDE, dos entornos de escritorio muy avanzados pero que también plantean ciertas necesidades para sacarles más partido. Sin embargo, existen entornos ligeros -el más conocido de todos ellos es Xfce, pero desde luego no es el único- que permiten instalar un sistema GNU/Linux completo y moderno con unas prestaciones excepcionales.
Otro de los argumentos que apoyan que Linux puede ser aprovechado para máquinas realmente antiguas es el hecho de que existen distribuciones específicamente orientadas a equipos muy, muy limitados en recursos hardware. Damn Small Linux (DSL) puede instalarse y correr sin problemas en un casi antediluviano 486DX con 16 Mbyes de RAM. Otros ejemplos como Puppy Linux son también la confirmación de que Linux puede ir muy, muy lento. Casi tanto como queramos. Y eso es una garantía para muchos usuarios, que no disponen del dinero necesario para acceder al hardware más moderno y potente.