Hace unos días que Canonical -responsable de la distribución GNU/Linux Ubuntu- lanzó al mercado su nuevo servicio Ubuntu One de computación en la nube, pero lo hizo de una forma que ha molestado a muchos usuarios de Linux. Aunque la idea del servicio es interesante y de hecho permitirá que Canonical gane dinero, pero los servidores que gestionan ese servicio parecen usar software propietario, algo contradictorio para muchos.
Lo comentábamos hace unos días en MuyLinux, donde indicábamos que este servicio denominado Ubuntu One es el primero de un más que probable despliegue de servicios de Computación en la Nube que Canonical quiere promocionar en los próximos meses. Ubuntu One copia las funcionalidades de otro servicio muy conocido llamado Dropbox y que básicamente un servicio de almacenamiento de datos on-line.
El servicio permite disponer de un espacio gratuito de 2 Gbytes, y podemos comprar 10 Gbytes de almacenamiento por 10 dólares al mes. Si nos registramos en el servicio podremos instalar un cliente que permite manejar ese espacio casi como si fuera una carpeta más del disco duro, y que dará acceso a esos datos allí donde estemos… siempre que contemos con un ordenador con Ubuntu preinstalado, una de las limitaciones actuales del servicio.
El problema -como indican en PCWorld– reside en el tema de las marcas registradas y el software propietario, algo que no gusta a los usuarios del software libre y Open Source. Aunque el cliente de Ubuntu One sí es de código abierto, la parte del servidor aún es algo misteriosa y muchos creen que Canonical ha utilizado una filosofía propietaria, quizás con la excusa de proporcionar una mayor seguridad a los usuarios del servicio.
Esta forma de actuar por parte de Canonical -que es propietaria de la marca comercial y puede hacer lo que quiera con ella incluso a nivel comercial- ha parecido algo deshonesta a algunos usuarios, que creen que Canonical está jugando a un juego muy peligroso que podría hacer que su reputación bajase muchos puntos. Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos y si finalmente liberan también la parte servidora, como los linuxeros de pro esperan.