Leemos en MuyComputer que aunque el compromiso de Dell con los usuarios de distribuciones GNU/Linux es cada vez más importante, las declaraciones de sus representantes demuestran que entre sus prioridades no está el actualizar sus equipos a las últimas versiones de Ubuntu. Sus PCs, portátiles y netbooks con Ubuntu siguen disponiendo de la versión 8.04.1, una edición que ya lleva un año en el mercado. Da igual la versión mientras funcione bien, dicen.
Dell lanzó la semana pasada su nueva gama Inspiron, que entre otras novedades incluía equipos como el Dell Mini 10v. Este pequeño netbook es un paso adelante en el impulso que la empresa está dando a GNU/Linux, ya que junto con ese lanzamiento los responsables de Dell anunciaron que a partir de ahora los usuarios podrán acceder a preinstalar WIndows o Linux desde el primer momento en los equipos que den esa opción, mientras que anteriormente elegir Linux, y en concreto, Ubuntu, era una opción que aparecía semanas más tarde que la preinstalación de Windows XP, por ejemplo.
Sin embargo, una de las limitaciones que Dell no parece querer resolver es el hecho de que en dichos equipos se sigue usando Ubuntu 8.04.1, una versión algo anticuada de esta distribución GNU/Linux, sobre todo cuando tenemos en cuenta el hecho de que desde su aparición ya han salido al mercado Ubuntu 8.10 y la reciente Ubuntu 9.04, ambas con mejoras relevantes para su aprovechamiento en estos equipos ultraportátiles.
Los responsables de Dell no parecen preocupados por esa desactualización de sus equipos con Ubuntu, y consideran que «un usuario final no está preocupado por si su Ubuntu es la 8.04, la 8.10 o la 9.04. No sabe lo que son esas versiones, y simplemente quiere que funcione bien, de forma estable y segura. La mayoría de los entusiastas de Linux no quieren estar tan atrasados (por ejemplo, con 8.04 vs 9.04), pero no son nuestra audiencia de primer nivel para estos sistemas operativos«.
Dell quiere seguir teniendo cierto control sobre esta parte del sistema, y de hecho las actualizaciones también están bajo su supervisión si el usuario no cambia los repositorios por defecto que Dell prepara en sus imágenes preinstaladas de Ubuntu. «Además de la 8.04«, comentaba este representante, «elegimos controlar las actualizaciones a través de nuestro repositorio de actualizaciones, similar a las actualizaciones de MS. Vamos más allá con una verificación doble de las actualizaciones -las mismas que veríamos en los sistemas 8.10 o 9.04 por defecto, y solo publicamos aquellas que son estables y seguras a prueba de bomba«.
Eso sí, en Dell comprenden que hay usuarios que desean disponer de imágenes actualizadas de Ubuntu, y por ello no hace mucho liberaron una imagen ISO «no oficial» para actualizar a Ubuntu 9.04 en sus equipos, una idea interesante para muchos usuarios que quieren aprovechar la potencia de características como el soporte al sistema de ficheros ext4.