Hace unos días hablábamos del posible soporte de Android bajo Ubuntu, un tema que se comentaría en las conferencias Ubuntu Developer Summit que se están celebrando en Barcelona. Pues bien, la demostración de esa prestación ya es una realidad, y Canonical ha abierto una puerta para que los usuarios de Ubuntu -y potencialmente otras distribuciones GNU/Linux- aprovechen los desarrollos que se programen para Android.
Tan sólo hace dos días que se filtró esta interesante posibilidad, y parece que en Canonical se han tomado muy en serio la posibilidad de ejecutar aplicaciones Android bajo Ubuntu, porque ya han demostrado esa posibilidad en las conferencias UDS. Como indican en Ars Technica, la plataforma Android impulsada por Google y la Open Handset Alliance está teniendo cada vez más éxito incluso en futuros netbooks gracias a una versión -aún experimental, eso sí- para arquitecturas x86.
Aunque Android hace uso del kernel Linux, no es una plataforma Linux convencional ni completa, ya que ofrece un entorno que está basado en el entorno de ejecución Java de Google, de modo que no hay un modo fácil de que las aplicaciones Linux corran bajo Android, ni tampoco existe una máquina virtual Java convencional que pueda correr las aplicaciones de Android.
Sin embargo Canonical ha creado un entorno de ejecución específico para Android dentro de Ubuntu, lo que hace posible que herramientas Linux y Android coexistan en el escritorio sin aparentes problemas. Ese entorno de ejecución funciona de forma similar a un emulador, ofreciendo todos los recursos necesarios a las aplicaciones Android para que puedan correr bajo Linux.
La demostración tuvo lugar ayer martes en el Ubuntu Developer Summit, en el que el desarrollador de Canonical Michael Casadevall explicó cómo habían compilado un entorno de ejecución de Android bajo la librería libc de Linux en lugar de usar la de Android.
En Ars Technica explican cómo ese entorno necesita además de un driver especial para el kernel, que por el momento no está habilitado por defecto en los núcleos de las distribuciones GNU/Linux normales, lo que supone una barrera que no obstante podría ser solucionada en futuras versiones del kernel Linux.