Es la última moda de las distribuciones Linux: a ver cuál arranca más rápido. Todas ellas están poniendo este objetivo como uno de los primordiales en sus listas de cambios para próximas ediciones, y Ubuntu no es una excepción. Ya hablamos de que en Karmic Koala se espera lograr una rebaja de ese tiempo de arranque para que tan sólo lleve 10 segundos, pero, ¿cómo lograrlo?
En Ars Technica hacen referencia a un post del desarrollador James Remnant, que entre otras cosas ha indicado que los tiempos medios de arranque de Ubuntu se han reducido de forma drástica en las últimas versiones: mientras que en Ubuntu 8.10 tardaban 65 segundos en cargarse completamente, en Ubuntu 9.04 ese tiempo se ha reducido a tan sólo 25 segundos. Una rebaja considerable que ahora quieren llevar al límite, pero, ¿cómo lograrlo?
Ya podéis iros olvidando de esta pantalla… ¡puede que en Karmic no dé tiempo a mostrarla!
Uno de los secretos está en iniciar X.Org tan rápido como sea posible, y para ello también se reducirán el número de componentes implicados en su inicio, y se prestará atención a la puesta en marcha cuanto antes de udev -el gestor de dispositivos- o initramfs, un sistema de ficheros temporal que facilita el proceso de arranque.
Según Remnant, las cuentas salen claras:
1. Carga del kernel y de initramfs: 2 segundos
2. Carga de drivers, montaje de sistemas de ficheros y alguna cosita más: 2 segundos
3. Lanzamiento de X.Org: 2 segundos
4. Lanzamiento del entorno de escritorio y resto de servicios de la sesión: 4 segundos.
Total, 10 segundos para tener en marcha una sesión de usuario completa y funcional, que arrancará tan rápido que, atención, ya no tendremos la tradicional barra de progreso de carga del sistema: esa es una de las cosas que se sacrificarán para acelerar todo el proceso. La idea es interesante, así que habrá que ver si realmente lo consiguen en Ubuntu 9.10 Karmic Koala como tienen previsto.