El sistema de ficheros FAT de Microsoft ha dado recientemente varios quebraderos de cabeza a empresas como TomTom, que utilizan esta tecnología en sus navegadores, pero ahora el kernel Linux podría evitar futuros conflictos legales gracias a un parche que permite utilizar una mecánica similar a la que ofrece FAT con los nombres largos y cortos de fichero, pero que evita posibles demandas legales para las empresas que hagan uso de este mecanismo en el futuro. Una hábil maniobra Open Source.
Microsoft demandó a TomTom el pasado mes de febrero alegando que el famoso fabricante de navegadores GPS hacía un uso ilícito de las patentes incluidas en su sistema de ficheros FAT, entre las cuales estaba el mecanismo que implementa «un espacio de nombres común para nombres de fichero cortos y largos«.
La demanda terminó con un acuerdo económico entre ambas empresas, aunque la resolución del caso levantó las iras de los defensores del software libre, y de hecho el director ejecutivo de la Linux Foundation, Jim Zemlin, trató de señalar la importancia de evitar por todos los medios el uso del sistema de ficheros FAT que aún está extendido en medios de almacenamiento extraíbles como tarjetas de almacenamiento SD o Compact Flash.
Esas disputas podrían acabar pronto si tal y como parece el kernel Linux resuelve el problema de raíz. Tal y como indican en Ars Technica, los desarrolladores están evaluando soluciones técnicas al problema mientras que la Open Invention Network está buscando pruebas de uso previo de esa técnica patentada por Microsoft para tratar de invalidar dicha patente.
Pero es que además Andrew Tridgell, uno de los desarrolladores principales en el proyecto Samba, ha publicado un parche para el núcleo del sistema operativo GNU/Linux que permitirá alterar el comportamiento de la implementación del sistema de ficheros FAT en Linux de modo que no se generen al mismo tiempo un nombre corto y un nombre largo para cada fichero -que es lo que hace FAT- y solo se genere uno de los dos, según se necesite.
Esta solución ha sido mejorada a partir de una previa que el propio Tridgell había desarrollado en mayo, y ahora está siendo evaluada por los abogados de la Linux Foundation para que se puedan conocer las implicaciones legales de la modificación y si efectivamente este «truco» puede evitar posibles problemas a los usuarios comerciales de Linux que podrían verse amenazados por el uso de este tipo de mecanismos ante una potencial demanda de Microsoft.