En la evolución de nuestro sistema operativo favorito hay tecnologías de las que se habla mucho y que luego parecen no causar demasiado impacto al usuario. Kernel Mode Setting (KMS) será un ejemplo perfecto de esa circunstancia, ya que a pesar de su relevancia en muchos aspectos, los usuarios no se verán especialmente afectados.
De hecho, es probable que aquellos que acaben utilizándola ni siquiera se den cuenta de que están aprovechando esa característica, que entrará a formar parte de Ubuntu 9.10 Karmic Koala y que ayudará a resolver algunas limitaciones del controlador de vídeo X11 que se venía utilizando hasta ahora. En el vídeo que mostramos a continuación se ve que, en esencia, Ubuntu seguirá siendo lo mismo en ese apartado gráfico.
Lo explican muy bien en WorksWithU, donde indican que Kernel Mode Setting es una tecnología que permite que sea el kernel -y no el citado driver X11- el encargado de manejar el modo gráfico de la consola. Esto reduce carga en el sistema, y permite que ciertas operaciones se realicen algo más deprisa. Pero también ayuda a los desarrolladores a solucionar problemas del kernel cuando el sistema de ventanas X está ejecutándose.
Sin embargo, apenas notaremos diferencias, salvo quizás mejores tiempos cuando realizamos el cambio de un usuario a otro en la misma máquina, algo que no utilizamos muchos de nosotros pero que es una consecuencia directa de la aplicación de KMS. Se puede apreciar esa mejora en el siguiente vídeo, publicado también en WWU.
La característica estará habilitada para chipsetes gráficos de Intel en Ubuntu 9.10 (y probablemente otras distros), pero aún no hay fecha para el soporte de dicha tecnología en chips gráficos de ATI o NVIDIA. No llegará en Karmic, dicen, pero ese soporte ya está en marcha así que puede que sí caiga en Ubuntu 10.04.