Aunque la filosofía Open Source suele trasladar la idea de que muchos de los que colaboran en este segmento lo hacen por amor al arte, un estudio reciente ha revelado que el 75% de los programadores del kernel lo hacen como parte de sus responsabilidades en todo tipo de empresas relacionadas con Linux en mayor o menor idea. Aunque sigue habiendo una cuarta parte de desarrolladores que contribuyen al código del kernel Linux sin una recompensa monetaria conocida, muchos se ganan la vida así.
Como indican en APCMag, aunque buena parte de los desarrollos Open Source siguen siendo elaborados por gente que contribuye desinteresadamente a ellos, esto no ocurre en el caso del desarrollo del núcleo Linux, que sale adelante gracias al esfuerzo de programadores que cobran por ese trabajo.
Es lo que desveló Jonathan Corbet, fundador de LWN.net y uno de los programadores del núcleo, en una charla de las conferencias LCA2010 que se celebran en Wellington, Nueva Zelanda.
Corbet expuso los datos de un estudio que analizaba el código del kernel Linux y las contribuciones que los programadores han realizado entre el 24 de diciembre de 2008 y el 10 de enero de 2010.
Según los datos de ese estudio, se añadieron 2,8 millones de líneas de código y se produjeron 55.000 cambios relevantes, lo que permitió ir de la versión 2.6.28 hasta la 2.6.32 en ese plazo de tiempo. El ritmo de desarrollo es muy alto, con 7.000 nuevas líneas de código al día.
Sin embargo, lo más interesante fue la procedencia de esas líneas de código. Un 18% de ellas llegaban de personas sin una afiliación corporativa específica, es decir, que probablemente se tratasen de contribuciones desinteresadas y voluntarias, sin remunerar. Otro 7% eran contribuciones «clasificadas» de las que no se conocen estos datos.
Pero en el resto de los casos las contribuciones provenían de personas que trabajan en empresas en puestos en los que desarrollar ese código era precisamente buena parte de su responsabilidad. «El 75% del código viene de personas que cobran por ello«, afirmó Corbet.
Empresas como Red Hat -líder con un 12% de contribuciones- Intel (8%), IBM y Novell (6% cada una) o Oracle (3%) están implicadas en ese proceso de contratación de contribuyentes al kernel. Y como decía Corbet, a pesar de la competitividad entre esas empresas, el desarrollo del kernel funciona muy bien y hay una «armonía» que va más allá de la rivalidad comercial entre dichas compañías.