Ya sé que este post puede ser el inicio de una de esas grandes flame wars, pero aún así me arriesgaré viendo que hay muchos partidarios y también detractores de esta distribución. La noticia original está publicada en MuyComputer, pero me he permitido añadir un par de párrafos más que para mi son importantes a la hora de responder esa pregunta.
En la noticia de MuyComputer señalan que el mundo del software libre está muy dividido por el gran número de distribuciones Linux disponibles, pero hay una que es claramente la referencia en el segmento, algo que provoca todo tipo de reacciones de amor… y de odio.
Canonical y su producto estrella, la distribución Ubuntu, están comenzando a sentir las consecuencias desfavorables del éxito: al ser muy conocida, Ubuntu es también la distribución más criticada, y también lo es la actitud de Canonical, que algunos la califican como «la Microsoft del software libre».
Lo cierto es que las últimas noticias importantes que han rodeado a Ubuntu y Canonical denotan ciertas decisiones controvertidas, tal y como han señalado en OpenSourcerer, a saber:
- La inclusión de desarrollos basados en Monoes polémica en si misma, ya que este desarrollo es criticado por muchos puristas del Open Source.
- El lanzamiento de Ubuntu One fue igualmente controvertido por tratarse de un servicio cerrado y propietario, que próximamente anunciará una versión para Windows.
- Aplicaciones legendarias como GIMP u OpenOffice.org dejarán de formar parte de ciertas ediciones de Ubuntu 10.04, aunque seguirán disponibles opcionalmente.
- El debate sobre si debería o no haber aplicaciones y soluciones basadas en código cerrado en los repositorios de Ubuntu sigue igualmente al rojo vivo.
- Canonical ha decidido cambiar el motor de búsqueda de su distribución, que hasta ahora era Google y que pronto será el motor de Yahoo! -que curiosamente llegó hace meses a un acuerdo publicitario en el segmento de las búsquedas con Microsoft.
Todo esto hace que muchos usuarios del sistema operativo Linux estén especialmente sensibles con la actitud de Canonical, que no obstante está siendo vista por sus partidarios como una empresa que está haciendo todo lo posible por difundir las prestaciones de este sistema operativo.
De hecho, los argumentos en contra de Canonical han sido rebatidos por uno de los trabajadores de esta empresaen un comentario al artículo original. Graham Bins contestaba con un interesante punto de vista a ese post:
En ningún momento se eliminan los derechos fundamentales para elegir cualquier opción que deseeis. ¿No queréis Mono? Eliminadlo. ¿Queréis usar OpenOffice.org en vuestro netbook en lugar de Google Docs? Instaladlo usando el Centro de Software. ¿Queréis GIMP? Instaladlo usando el Centro de Software. ¿No queréis usar Yahoo? Cambiad vuestro motor de búsqueda por defecto.
Que algunas preferencias por defecto cambien no es malo, creo, sobre todo si son tan fáciles de cambiar para que estuviesen como antes (y eso no os afectará si sois usuarios experimentados). Cierto, hay cierto riesgo de que usuarios noveles estén confundidos por dichos cambios, pero algunas instrucciones sencillas les ayudarían con las menores molestias.
Ubuntu nunca ha significado ser libre a toda costa. Se trata del pragmatismo, de desarrollar una distro que sea fácil de usar para todos, pero particularmente para los nuevos usuarios. No creo que ninguno de esos cambios vayan contra esa filosofía.
Amén a eso. ¿Qué opináis vosotros? Por favor, ya sabéis: respeto y moderación.