Ya hemos hablado del lanzamiento del kernel 2.6.33, que trae numerosas mejoras en diversos campos pero que sigue sin satisfacer todas las necesidades. Lo demuestra un artículo de Phoronix en el que han comparado el rendimiento de los núcleos Linux desde la versión 2.6.24 hasta la actual versión 2.6.33.
El resultado general es el que podría esperarse: los cambios en el rendimiento son prácticamente inexistentes y todo funciona más o menos igual a nivel de pruebas -como siempre, se han basado en el Phoronix Test Suite- pero hay varios apartados en los que curiosamente el nuevo núcleo Linux 2.6.33 muestra un comportamiento muy diferente al que podría esperarse.
El primero de los cambios es, afortunadamente, para bien: las pruebas con el Apache Benchmark v2.2.11 demuestran que tras varias versiones del núcleo en las que el rendimiento de este servidor web había sido más pobre, el kernel 2.6.33 vuelve a ser una excelente opción para sacar el máximo partido de este desarrollo. No obstante y como dicen en Phoronix, no es que el rendimiento de Apache en Linux haya crecido de forma espectacular: simplemente ha vuelto a donde estaba con el kernel 2.6.24, que se lanzó nada menos que el 24 de enero de 2008.
Pero es que ahora llegan las malas noticias: el rendimiento de PostgreSQL es lamentable al combinarlo con este kernel: la prueba pgbench v8.4.0 así lo demuestra -atentos a la gráfica- y permite conocer el rendimiento usando el sistema de ficheros ext3. El resultado es horroroso, sobre todo teniendo en cuenta que los núcleos 2.6.30, 2.6.31 y 2.6.32 (este en menor medida) habían mejorado mucho respecto a anteriores versiones.
Otras pruebas como PostMark -que evalúa el comportamiento de los sistemas de ficheros, cuyas características se describen en este PDF– también mostraron resultados muy pobres. El rendimiento de las transacciones que mide esta prueba fue igualmente excelente en las tres pasadas ediciones del kernel, pero cae en picado en el 2.6.33.
Lo mismo ocurre con Dbench v4.0, otro benchmark que genera cargas de trabajo para evaluar el comportamiento de un sistema de ficheros, pero también de un servidor conectado a otras máquinas con CIFS o NFS.Curiosamente, mientras que el comportamiento con un solo cliente conectado era mucho peor, la cosa mejoraba de forma significativa con varios clientes.
Habrá que comprobar cómo se corrigen esos «sustos» del nuevo kernel, pero está claro que habrá que tener muy en cuenta estos rendimientos si estáis pensando en montar servidores que hagan uso de estos núcleos. Una diferencia tan importante de rendimiento puede suponer la diferencia entre un servidor bien aprovechado y otro que dé muchísimos problemas.