Nuestro sistema operativo favorito es un clásico de los organismos académicos y científicos. Los entornos de este tipo suelen mirar con bastante más detalle los presupuestos que se manejan, y los investigadores suelen sentirse como peces en el agua cuando se trata de manejar Linux.
Por esta razón Linux es una fantástica alternativa para desarrollar todo tipo de tareas científicas, y lo demuestra el extenso catálogo de aplicaciones que abarcan todas las ramas del conocimiento. Aunque obviamente hay algunas herramientas a medida que suelen estar desarrolladas para plataformas Windows, en este tipo de escenarios las soluciones Open Source destacan especialmente.
Para ayudarnos en la tarea de encontrar la aplicación científica que más se adapta a nuestras necesidades está el proyecto SAL (Scientific Applications on Linux) que es un directorio de herramientas que cuenta con más de 3.000 soluciones clasificadas en todo tipo de áreas.
El buscador es muy sencillo de usar, y aunque la interfaz que presenta los resultados es muy mejorable, SAL sigue siendo una propuesta muy válida para poder encontrar programas científicos en todos los ámbitos. Si estáis en el ajo o conocéis a alguien que lo esté, no os la perdáis.