Sé que igual me he pasado un poco con el título, pero es que SCO es probablemente la empresa que más odie en todo el mundo. Durante los últimos 7 años no han hecho nada productivo, y solo se han dedicado a tratar de sacar tajada de su pasado en el mundo Unix demandando a todo el que se ponía por delante, a pesar de sus constantes fracasos.
El pasado 31 de marzo un juez volvió a dictar sentencia a favor de Novell y en contra de SCO, a la que le quedaba la esperanza de las apelaciones para tratar de quemar sus últimos cartuchos. Pues bien, esos cartuchos ya no existen, porque se acabó de una vez por todas el culebrón de SCO.
Como revelan en Groklaw -donde el seguimiento de este caso ha sido exhaustivo- el juez Stewart ha retirado las últimas alegaciones de SCO y ha confirmado que los coyprights de Unix pertenecen a Novell y no a SCO.
«Evidentemente, el jurado ha considerado que la versión de los hechos de Novell era más persuasiva. Esta conclusión está muy bien apoyada por las evidencias. Había evidencias sustanciales de que Novell realizó una decisión intencional para retener la propiedad de los copyrights«.
Con esta decisión se cierra definitivamente el caso de SCO. La empresa no podrá perseguir legalmente a ninguna empresa relacionada con Linux o con el Open Source, y esto pone el punto y final a un proceso que lleva en marcha desde el año 2003 y que por fin dejará a esta empresa con la boca cerradita. Aleluya.