Como confiesas sus desarrolladores, Damn Vulnerable Linux (DVL) «es todo lo que una buena distribución Linux no es. Sus desarrolladores han invertido un montón de horas en conjugar en ella software roto, mal configurado, obsoleto y explotable que la hace vulnerable a todo tipo de ataques«.
Eso deja claro que Damn Vulnerable Linux no está orientada a que la utilices en tu escritorio: es una herramienta de aprendizaje para aquellos que están aprendiendo sobre la seguridad de los sistemas Linux, y de hecho el objetivo inicial era ofrecer una distro que uno de los creadores originales – el doctor Thorsten Schneider– pudiera usar para sus clases de administración de sistemas.
La distribución se distribuye en forma de una imagen ISO de 1,8 Gbytes que contiene versiones antiguas muy «atacables» de desarrollos como Apache, MySQL, FTP o SSH, además de varias herramientas para poder compilar, debuggear y tratar de superar las barreras de seguridad de dichos programas.
En DVL presumen de que hay varios expertos en seguridad informática que han colaborado en su desarrollo como las comunidades de ReverseEngineering.net y Crackmes.de, y en dicha distro podéis encontrar un buen número de tutoriales, incluyendo las descripciones de las lecciones y las soluciones a los problemas.
Así pues si estáis iniciándoos en el estudio de este tipo de temas, seguro que Damn Vulnerable Linux os viene de perlas. Pero ya sabéis, ¡cuidado con usarla en entornos de producción o en máquinas en las que tengáis datos privados o sensibles!