Hace un par de días planteé una cuestión importante respecto al futuro de Ubuntu: la distribución, que aparecerá de forma definitiva en un par de meses, dará el salto a Unity, un entorno de escritorio que podría no estar tan preparado para su lanzamiento como muchos esperan.
Las conclusiones de la encuesta parecen claras: dos terceras partes de los que contestásteis creéis que Unity no debería haber aparecido en Ubuntu 11.04, ya que probablemente no esté demasiado pulido. El 33% restante créeis (creemos, me incluyo en ese porcentaje) que Unity podrá hacer su debut con garantías.
Ahora, claro está, queda por ver si efectivamente Ubuntu está arriesgando demasiado con Unity o no. Personalmente creo en el principio del lanzamiento cuanto antes, aunque las cosas no estén del todo listas: eso permite que la comunidad pueda ofrecer sus comentarios y pulir cosas sobre la marcha aprovechando ese feedback.
Esperar un lanzamiento más maduro tiene sus ventajas, pero también un inconveniente fundamental: el retraso puede ser grandioso -mirad lo que pasa con Firefox, con lanzamientos quizá demasiado ambiciosos- y no contempla ese valioso feedback inicial.
El ejemplo más claro del éxito del primer modelo que comentaba lo tenemos, cómo no, en KDE. Hace tres años -lo que ha llovido- se lanzó KDE 4.0, y muchísimos usuarios protestaron por aquel entorno de escritorio, poco estable, con fallos numerosos de usabilidad y que hizo que muchos quisieran regresar a KDE 3.5. Hoy en día KDE 4.6 es un entorno fantástico que ha sabido aprovechar todo ese feedback y que se ha convertido en la envidia del resto de plataformas (e incluyo a Windows y Mac OS X).
Así pues, esperemos lo mejor de Unity. Y si no nos lo ofrece, comentemos, demos nuestro feedback a los desarrolladores. Eso les permitirá mejorarlo rápidamente. ¿Qué os parece?