La situación del sistema operativo móvil de Google es desde hace algún tiempo comprometida. La fragmentación del mercado ha hecho que algunos desarrolladores y usuarios se quejen de las incompatibilidades que surgen con las aplicaciones y juegos, y la libertad que Google permite a los fabricantes a la hora de retocar el sistema operativo es también motivo de muchas críticas.
A esa situación se suma ahora la decisión de Google de no liberar aún el código fuente de Android 3.0 Honeycomb, un sistema operativo pensado para tablets pero que apenas hemos visto en funcionamiento realmente: Google ha preferido esperar y pulir el sistema antes de liberarlo, algo que de nuevo ha hecho que las quejas aumenten.
Como señalan nuestros compañeros de MuyComputer, el máximo responsable de Android, Vic Gundotra, ya habló de que uno de los objetivos de este desarrollo era «llevar la libertad a las masas y evitar un futuro draconiano en el que una empresa controlara la industria móvil». Y estas últimas decisiones no contribuyen a ese objetivo.
Editoriales como las que publican ArsTechnica o ZDNet critican ese camino de Google, y alertan de una posible revuelta en la comunidad de desarrolladores de código abierto. Los comentarios de ambas fuentes son claros, y podéis verlos en toda su extensión tanto en esos artículos originales como en la reflexión que nos llega desde MuyComputer, pero la pregunta sigue en el aire ¿son válidas las razones que utiliza Google para retrasar la salida del código fuente de Honeycomb?