La llegada de los nuevos entornos de escritorio (GNOME 3) y de las nuevas interfaces de usuario (Unity, GNOME Shell) ha generado una gran polémica para los usuarios tradicionales de Ubuntu y Fedora, dos distribuciones que acabamos de analizar (el análisis de Ubuntu 11.04, aquí, y el de Fedora 15, aquí). Sin embargo hay una cuestión que hasta ahora no nos habíamos planteado.
Se trata del impacto que tanto Unity como GNOME Shell tienen en nuestro sistema a nivel de rendimiento. ¿Son desarrollos muy pesados?
Es lo que se han preguntado en Phoronix, donde han realizado una completísima comparativa en la que analizan el rendimiento del GNOME 2 con Metacity, GNOME 2 con Compiz, KDE, GNOME Shell con Mutter y Unity, y además lo hacen con cuatro configuraciones de hardware y controladores distintos: los Catalyst oficiales para gráficas de AMD, los drivers propietarios de NVIDIA, los Gallium3D para las R600 y los Nouveau.
Las conclusiones, como se puede observar en la gráfica, son aplastantes: si usáis estos entornos de escritorio, mejor que lo hagáis con controladores propietarios, porque los controladores Open Source dan bastantes problemas y su rendimiento no es ni mucho menos excepcional. Hay que señalar no obstante que las pruebas realizadas son en su mayoría relativas a juegos 3D -ya que no hay unos benchmarks estándar de rendimiento de entornos de escritorio-, por lo que hay que tomar estos resultados con cierta perspectiva.
En cuanto a qué entorno consume más, las diferencias no son espectaculares en la mayoría de los casos, parece que GNOME Shell se ve muy perjudicado con los controladores AMD Catalyst, perdiendo un 50% de velocidad en comparación con el rendimiento de otros entornos.
En general (y salvo esa excepción), no parece que el impacto de Unity y GNOME Shell sea especialmente alto con respecto a las propuestas anteriores, de modo que si este factor os hacía considerar el salto hacia Unity o GNOME 3, estad tranquilos.