El acuerdo entre Nokia y Microsoft no fue fruto de la casualidad, desde luego: el fabricante de smartphones llevaba meses perdiendo cuota en el segmento de los smartphones, y su apuesta por Symbian no cuajaba ya que no ofrecía una alternativa competitiva a iOS o Android.
Nokia trató de reaccionar: se alió con Intel para lanzar al mercado el proyecto MeeGo, un nuevo sistema operativo para dispositivos móviles orientado a tablets y smartphones, además de otras soluciones móviles. La fusión de Moblin y Maemo parecía prometer grandes cosas, pero esta iniciativa estaba condenada.
Cuando Stephen Elop –ex de Microsoft, algo que probablemente tuvo que ver mucho en el acuerdo final- tomó las riendas de la compañía realizó una auditoría interna en la que pretendía averiguar la viabilidad real de MeeGo como plataforma móvil. Como revelan en Bloomberg, aquel estudio en el que Elop entrevistó a varios de los miembros del equipo de desarrollo de MeeGo dejó claras las cosas:
«Antes de la primera entrevista, Elop dibujó lo que sabía de los planes de MeeGo en una pizarra, con rotuladores de distintos colores para cada producto desarrollado, su fecha estimada de introducción, y el nivel de errores de cada producto en ese momento.
La pizarra se llenó muy pronto de todo tipo de colores, y las noticias no eran buenas: a su ritmo actual, Nokia estaba en el camino de presentar tres modelos basados en MeeGo antes de 2014 -demasiado tarde para mantener a la empresa en la partida.
Elop trató de llamar a Oistämö, pero la batería de su teléfono había muerto. «Debió haber estado probando un terminal con Android ese día», dice Elop. Pero cuando finalmente habló con el por la tarde del 4 de enero, «La conversación se convirtió «en un verdadero momento ‘Oh, mierda’ y fue realmente doloroso reconocer en qué punto estábamos», indica Oistämö.
Meses después Oistämö sigue tratando de retener las lágrimas. «MeeGo había sido la esperanza colectiva de esta compañía», indica, «y llegamos a la conclusión de que el emperador se había quedado sin ropas. No es algo agradable».
La historia de Bloomberg deja claro que Nokia hizo lo que probablemente hubiera hecho cualquier otra empresa: buscar soluciones para no quedarse atrás. Puede que no nos guste la elección que hicieron -Android hubiera sido preferible para nosotros, sin duda- pero parece evidente que MeeGo era una alternativa demasiado compleja.