«Alt+F2» es posiblemente la combinación de teclas más crucial de cualquier sistema Linux de escritorio, ya que con ella lanzamos el ejecutor de órdenes. Al mismo tiempo, es tan engorrosa como poco intuitiva de utilizar. Vamos a cambiarla, ¿no?
Desgraciadamente, si hay algo que no cambiaremos nunca en general es este atajo de teclado, cuya combinación es idéntica a cuanto entorno de escritorio puebla GNU/Linux. «Alt+F2» es y será repetido como parte de explicaciones, tutoriales, trucos, etc al ser la opción por defecto. Es una pena, porque es una acción muy poderosa.
Por ejemplo, con «Alt+F2» se pueden lanzar aplicaciones y comandos de todo tipo, y una vez te acostumbras a su uso se convierte en una opción mucho más rápida a la tradicional navegación por menús y submenús en busca de aplicaciones. Si además sois usuarios de KDE, no hace falta que os comente el poder y posibilidades de KRunner, ¿verdad?
Entonces, por qué no cambiar a una combinación más accesible, como «Alt+Espacio» (así lo uso yo) o «Meta+Espacio» (si os gusta más). ¡La diferencia es notable!
Para hacerlo no os voy a dar instrucciones porque depende del escritorio que uséis, pero en todos hay un panel de control con opciones de teclado, ahí encontraréis la forma de cambiarlo. Probadlo un mes y solo volveréis a utilizar el menú de aplicaciones por nostalgia.