Una de las novedades que trajeron aplicaciones de gráficos como KSnapShot (capturador de pantalla) o Gwenview (visor de imágenes) con el lanzamiento de KDE SC 4.6 fue la capacidad de exportar imágenes a diferentes servicios sociales, entre los que se encontraba -y se encuentra- Facebook. Parece que a la red social no le gustaba ésto. Parece.
La noticia original la podéis encontrar en el blog de Joe Brockmeier en Network World, donde da buena cuenta de esta información, que ha llegado a probar de primera mano. La API que ofrece Facebook a terceros para que los usuarios puedan compartir imágenes bloquea a las aplicaciones KDE, impidiendo su uso (se bloqueado a todo lo que haga uso de KIPI -KDE Plug-Ins-).
Mucho más grave, se han borrado imágenes de usuarios que habían sido previamente subidas con estas aplicaciones, sin ninguna explicación. De hecho, no se han publicado razones para este comportamiento por parte de Facebook, ni en el artículo enlazado ni en un reporte abierto en KDE Bug Tracking System, solo quejas.
A la espera de saber más, ojalá se trate de un embrollo técnico de algún tipo, porque si no… Sería una pena que Mark Zuckerberg no se acuerde de que él mismo fue usuario de KDE.
[Actualización]: El debate sigue siendo válido, pero quizás no por estos conflictos de los que hablan en el artículo original. De hecho, varios usuarios han comentado la noticia en Hacker News y han explicado que ese conflicto en la API se debe al método de autenticación que requieren las aplicaciones de Facebook desde hace tiempo, y que por ejemplo no se cumple en herramientas como Gwenview, que comprometen la seguridad del sistema.
Las fotos subidas con estas aplicaciones por lo visto no se han eliminado en realidad, sino que se han ocultado puesto que Facebook actúa de esta forma cuando detecta que ciertos contenidos provienen de aplicaciones consideradas como sospechosas de hacer spam.
Con todo y con ello, uno no puede dejar de plantearse la existencia de alternativas Open Source cada vez más interesantes, como la reciente MediaGoblin que sigue avanzando o la esperanzadora red social «autohospedada» que proponen desde Diaspora.