Una vez está el sistema -sea cual sea- instalado, hay que darle un toque personal al escritorio para que quede como más nos guste, y es que desafortunadamente la mayoría de distribuciones presenta a LXDE un poco espartano. No es que de la combinación GTK+ más Openbox se pueda sacar mucho, pero sí lo suficiente como para estar a gusto.
Este es posiblemente el punto más personal de todo lo que voy a escribir sobre LXDE, por eso mismo puede que haya «desacuerdos de estilo». Sea como fuere, de todas las distribuciones que he probado con LXDE, y han sido muchas, solo una me ha agradado desde el primer vistazo: Lubuntu 11.04.
Puede que para muchos se vea algo desfasado o demasiado azul, pero tiene un estilo agradable para ser un entorno de trabajo. Como tema visual y de ventanas Lubuntu usa el suyo propio, basado en Zuki Blues pero con los detalles más pulidos.
He «rescatado» el tema de Lubuntu y lo he subido en este enlace. Hay que descargarlo y descomprimirlo en «~/.themes» (si no existe se crea). Ahora se activa desde las herramientas de configuración de Openbox y apariencia del escritorio. Para que funcione bien es imprescindible tener instalado el tema GTK 2.x «murrine», que encontraréis en el gestor de paquetes.
El tema de iconos es Elementary, así que solo hay que descargarlo y descomprimir el archivo en «~/.icons» (si no existe se crea). Como se suele decir, Elementary igual vale para un roto que para un descosido…
Lo único que no me termina es el panel azul, que además es de los que no se puede redimensionar porque el gráfico no lo soporta sin romper la imagen, así que el panel lo he dejado de color negro. Podría haber creado un gráfico adrede para el panel, pero es más sencillo acceder a su configuración y utilizar un color.
Yo lo he dejado en un negro cien por cien opaco, pero no cien por cien negro. Se puede configurar más fácilmente haciendo uso de la escala de colores HTML y dejándolo como más nos guste:
- #000000 (totalmente negro)
- #101010 (menos negro)
- #202020 (menos negro)
- #303030 (y menos negro…)
Voilá:
Con estos pequeños retoques LXDE se queda muy agradable, por lo menos para mi gusto. Si queréis más chicha podéis instalarle Compiz y mil cosas más, pero perderá el encanto del minimalismo y la ligereza de memoria que lo caracterizan. Aún así, si no os gusta mi proposición, tenéis donde elegir.