Quienes seguís el blog habitualmente sabéis que he estado trasteando con Mageia estos últimos días, de ahí han surgido los artículos dedicados a LXDE ya que era el escritorio que mejor se acoplaba a la instalación que tenía en ciernes, una oportunidad perfecta además para conocer a esta nueva distribución de primera mano.
Mageia es Mandriva 2010.3, la he catalago así varias veces y no hay mucho más que contar. Disfruta de las bondades tecnológicas de la Mandriva que conocimos hasta finales del año pasado, lo que quiere decir que es una distribución amigable al usuario y estable, principalmente. Se nota conforme estás unas horas con ella: ningún comportamiento extraño, típico de los nuevos lanzamientos, te va a sorprender. En resumen, la cara amable y buena de Mageia es de fiar.
¿Hay cara mala? Sí y no. No mala en el sentido mezquino, sino que a un bebé de mes y medio de vida no le puedes pedir ciertas cosas, como tenga unos repositorios a la altura. Pero si es exigible en toda regla pedirle que, como dicen los políticos, haga sus deberes, y los haga bien. No tengo muchas quejas de Mageia salvo la cantidad de paquetes disponibles, pero…
Por ejemplo, hace poco veíamos cómo openSUSE y Ubuntu actualizaban Firefox 5 a sus usuarios de forma casi instantánea (también Fedora y otras). No fue un comportamiento insólito sin razón, se debía a lo que ya hablamos de Firefox 5, que es actualización obligatoria para mantener la seguridad si se estaba usando Firefox 4, debido al cambio de política de Mozilla en sus lanzamientos y soporte.
En Mageia en cambio ni ha llegado esa actualización ni parece que vaya a llegar dentro de poco. Hay quien podría excusar esta situación, yo no. Hablamos de que el navegador que ofrecen por defecto a sus usuarios podría ser potencialmente vulnerable. Es una prioridad sin solución. Es la razón de que en mi instalación eligiese Google Chrome como navegador, en lugar de instalar un Firefox 5 a mano para dejarlo desatendido, un Opera 100% privativo o un Chromium de versión desfasada.
Con Flash Player el mismo problema. No hay software con más agujeros de seguridad que éste, y a Mageia parecen no llegar las actualizaciones. O sea llegar llegan, pero no está muy claro qué planteamiento siguen.
He recalcado estas dos actualizaciones (Firefox y Flash) porque me parecen una buena vara de medir, y Mageia no ha pasado la prueba. Está claro que la distribución aún necesita tiempo para estar al 100% y que había que lanzar una primera versión algún día. El problema de jugar con los mayores es que los fallos en producción no se perdonan.
Concluyendo ya con lo que quiera que sea esto que estoy escribiendo, Mageia tiene que madurar para convertirse es una distro a tener en cuenta por quien busca la calidad de la que Mandriva siempre ha hecho gala. Al mismo tiempo y para que eso llegue a ocurrir, Mageia tiene que ser apoyada porque es un proyecto comunitario, y cuanto más fuertes estén éstos (léase Debian, Arch Linux o Mageia), mejor para los usuarios. Mi voto de confianza ya lo tienen.