La noticia lleva unos días en el candelero, y aunque seguramente muchos hayáis oído hablar ya de ello es importante destacar el cambio de aires que parece respirarse en la administración pública de Extremadura, comunidad española que era un ejemplo de implantación del software libre.
Eso podría cambiar pronto según las declaraciones de la vicepresidenta de la Junta de Extremadura, Cristina Teniente, del Partido Popular, que afirmó que la Junta quiere «pasar del concepto ‘software de código abierto’ hacia modelos de ‘conocimiento abierto’ aunque para ello se cierren acuerdos con compañías de software propietario«.
La noticia es un jarro de agua fría para una iniciativa que lleva años tratando de demostrar la validez de las soluciones Open Source en cualquier ámbito, y podrían provocar el cese del uso de la distribución Linex y de otras soluciones Open Source en la administración pública extremeña.
En El Mundo indican que el PSOE tratará de frenar ese cambio de modelo en la Asamblea, donde el PP no tiene mayoría, y de nuevo el uso del Open Source parece convertirse en una triste cuestión política cuando debería ser, simplemente, una cuestión de eficiencia, validez y coste.
Sin entrar en consideraciones políticas -esto no es un blog sobre política, y agradecería que os abstuviérais de iniciar una batalla de comentarios al respecto- lo cierto es que las soluciones Open Source permiten en muchos casos ahorrar costes, y en estos tiempos que vivimos eso ya es un factor crucial que deberían tener en cuenta los gestores de este tipo de decisiones.