Tras un año en desarrollo, IBM ha anunciado la disponibilidad de sus nuevos sistemas y soluciones PowerLinux, que están formadas por servidores basados en procesadores POWER7 y por sistemas operativos que pueden ser o bien Red Hat Enterprise Linux o bien SUSE LInux Enterprise Server.
El objetivo de esas nuevas soluciones es el de facilitar el análisis de grandes volúmenes de datos (Big Data), la gestión de aplicaciones industriales o el desarrollo de servicios de infraestructura de código abierto.
Además, «IBM ofrece las soluciones PowerLinux en colaboración con sus socios desarrolladores independientes de software (ISV) y fabricantes de equipos originales (OEM). De esta forma, es posible ajustar el rendimiento específico que exige cada carga de trabajo, ofreciendo a los clientes un entorno de TI basado en Linux más sencillo, capaz de reducir costes en infraestructura y de proporcionar más tiempo libre a los departamentos de tecnología para que puedan centrarse en aportar nuevos productos y servicios con mayor rapidez«, como revela el anuncio oficial.
Uno de los aspectos más interesantes del anuncio es el hecho de que Canonical no ha querido dar soporte a este tipo de hardware, algo que destacan en ZDNet, donde citan las palabras de Mark Shuttleworth, fundador de dicha empresa: «No soportamos POWER porque tras mutuo acuerdo con IBM, hay poco o ningún frente común entre la base de usuarios de POWER y la de Ubuntu. La gente hace uso de Ubuntu para implantar granjas de servidores, y la plataforma POWER ha sido adoptada para escenarios muy especializados y de misión crítica«.