China es un mercado extremadamente importante para multitud de empresas, y puede que lo sea aún más en el caso de los videojuegos, ya que la cantidad de gamers del mundo del PC que residen en ese país es impresionante.
Eso hace que entre otras cosas empresas chinas como Colorful o Zotac estén produciendo algunas de las tarjetas gráficas más avanzadas en todo el mundo, basándose en procesadores tanto de NVIDIA como de AMD. El número de potenciales clientes debería provocar ciertas cesiones -como en otros campos- por parte de esas empresas, pero NVIDIA ha tenido que renunciar a un importante contrato precisamente por su posicionamiento ante sus controladores y el código fuente de los mismos.
Un rumor aparecido en la nación asiática indicaba que debido al rendimiento de su arquitectura y sus controladores Linux, varios fabricantes chinos estaban interesados en contactar con NVIDIA para implantar un proyecto piloto en varios colegios. Y por piloto no hablamos de algo a pequeña escala: la idea era utilizarlo en 100 millones de PCs en el país, con 100.000 escuelas implicadas y 100 o 150 PCs en cada una de ellas.
Había dos problemas: NVIDIA nunca ofrece el código fuente de su scontroladores para Linux, y los binarios están solo disponibles para arquitecturas x86.
Parece que el equipo de NVIDIA fue a hablar con los fabricantes chinos y básicamente les dijeron que son una gran empresa estadounidense, y que recompilar los controladores Linux impondría un coste notable para el proyecto chino, gastos considerados como Non-recurring engineering (NRE).
Ese fue el final de la negociación, y la entrada del otro gran protagonista en este sector: AMD -mucho más proclive a ayudar al desarrollo de controladores Open Source- que por lo visto ha logrado un acuerdo con ese proyecto, que al final se va a iniciar con «tan solo» 10 millones de PCs. No obstante, las implicaciones de futuro, tanto para NVIDIA como para AMD, podrían ser muy relevantes.