Cierro la semana en MuyLinux con un artículo de opinión que lleva rondando por mi mente más de un mes, y es que la última versión de Kubuntu me ha dejado anonadado. Tanto, que ya soy un usuario más de la distro, en la cual no me asentaba desde Kubuntu 8.04, la última LTS con KDE 3 como entorno de escritorio.
Las razones que me llevan a escribir esta entrada son dos. La primera es reivindicar la calidad de Kubuntu como una de las mejores distros KDE, a pesar de arrastrar una fama que hace tiempo dejó de estar justificada. La segunda, recomendar Kubuntu 12.04 como la «mejor» distribución GNU/Linux de 2012. Vamos por partes.
Kubuntu ya no es lo que era
Ni mucho menos. Kubuntu se ha reencontrado con la calidad después de varios años por la sencilla razón de que KDE 4 está más pulido que nunca, y Kubuntu se nutre de todas esas mejoras. Por consiguiente, estamos ante la mejor versión -la 12.04- de su historia (algo parecido pasó con la 8.04, que también era LTS).
Por supuesto, no existe software que esté libre de problemas, pequeños errores o errores caprichosos, y Kubuntu no es la excepción. Aunque tras dos meses instalado en el sistema solo puedo quejarme de pequeños detalles, exceptuando el tema del arranque del sistema (el splash que veis en la imagen de cabecera, que desaparece al instalar los controladores privativos de NVIDIA y ATI, y hay que tirar de consola para solucionarlo…). Un error cutrísimo que afecta a toda la familia Ubuntu desde hace unas cuantas versiones (¡que lo arreglen ya!).
¿Por qué Kubuntu?
Como he dicho, Kubuntu tiene la calidad necesaria como para ser la distro de cabecera de cualquiera. Además, en un momento en el que GNOME 3 es empaquetado en las principales distribuciones como una de las opciones principales (da igual si hablamos de Unity, GNOME Shell o Cinnamon), a pesar de no estar todavía lo maduro que debiera, muchos usuarios buscan alternativas. A grandes rasgos, tienen dos opciones: «volver» al camino clásico de GNOME 2 con Xfce o irse a por el escritorio más avanzado del momento, KDE (se podría hacer un símil con quienes siguen prefiriendo Windows XP a Windows 7).
Así, la pregunta de este apartado debería ser, ¿por qué Kubuntu 12.04? Porque se beneficia de todas las bondades de Ubuntu, y esa es la gran diferencia que tiene con cualquier otra distribución KDE:
- Instalador de sistema sencillísimo, en el que marcando una casilla instala, valga la redundancia, desde los códecs para escuchar MP3 a los controladores privativos de la tarjeta gráfica (instaladores más sofisticados, como YaST, permiten hacerlo, pero tienes que saber hacerlo).
- Los gigantescos repositorios de Ubuntu a tu disposición, PPA incluidos.
- Y, como guinda del pastel, 5 años de soporte en los que van a llegar muchas actualizaciones, que dejarán al sistema mucho más estable de lo que es ahora (como pasa con todas las distros).
Entonces, ¿es mejor Kubuntu que la misma Ubuntu, openSUSE, Linux Mint o cualquier otra distro? No. Pero si en alguna ocasión un amigo o familiar os ha pedido que le instalaseis «ese Linux que usas», seguro que optasteis por vuestra distro habitual, la que mejor conocéis. O, en el caso de utilizar varias, la que mejor creyerais que se adaptaría a la persona que os la pide. A ese mejor me refiero yo.
Cabe aclarar que no escribo esto para el linuxero curtido en mil batallas, porque ése ya se las sabe todas y no suele necesitar recomendaciones de ningún tipo. Esta entrada va dirigida a los nuevos usuarios, esos que a lo sumo llevan un par de años en Linux -Ubuntu, normalmente- y por cualquier razón quieren dar el salto a otro sistema. Esos que entran a MuyLinux preguntando por un distro para probar KDE, o simplemente por una distro que instalar en sus equipos.
Salvando los errores puntuales o caprichosos que he mencionado antes, casi cualquier distribución Linux de hoy en día funciona bien, y Kubuntu tampoco es excepción en ésto. De hecho, es excepcional, tal y como vengo diciendo, y desde que la misteriosa Blue Systems apadrinara el proyecto, su futuro se presenta más interesante que nunca. Kubuntu ha dejado de ser el segundón de la familia para convertirse en uno más de la familia, pero con rumbo propio (es por ello que considero que Linux Mint KDE no aporta absolutamente nada, existiendo Kubuntu).
Para concluir, tal vez alguien se acuerde de lo que dije un día, de lo que me tengo que retractar ahora, en parte: openSUSE ya no es la mejor distro KDE. Tampoco Chakra. Ni Kubuntu. Lo son las tres. O lo que es lo mismo, cualquiera de ellas es una apuesta segura y totalmente recomendable. Pero, dirigiéndome de nuevo al usuario menos experimentado, ni openSUSE ni Chakra, por mucha medio rolling release que sea, pueden competir ahora mismo con los cinco años de vida que le quedan a Kubuntu 12.04.
Yo seguramente vuelva a openSUSE en los próximos meses, porque la cabra tira al monte, pero será en mi equipo principal. En el portátil, que utilizo también casi cada día, Kubuntu 12.04 se va a quedar mucho tiempo, salvo imprevistos. Eso sí, con KDE 4.9 :)