¡Hola a todos! Vuelvo a estar con vosotros tras un periodo de vacaciones, así que a partir de hoy volvemos al ritmo normal de MuyLinux en el que Metalbyte estará publicando cuando pueda -me ha hecho una cobertura genial, como he ido viendo de cuando en cuando- y yo volveré a tratar de trasladaros lo más notorio de la actualidad linuxera.
Comenzamos comentando la experiencia que nos han relatado en Phoronix, cuyo creador, Michael Larabel, se compró recientemente uno de los nuevos MacBook Pro con pantalla Retina que como sabéis logra ofrecer resoluciones de hasta 2.880×1.800 píxeles en pantalla de forma nativa. El nuevo tope de gama de Apple ha recibido muy buenas críticas -también en nuestra web hermana, MuyComputer-, pero no todo es de color de rosa si sois usuarios de Linux.
De hecho, en Phoronix confirman que el comportamiento de este portátil es bastante deprimente si tratamos de instalar Linux. Él probó con una Ubuntu 12.10 con los argumentos noapic nomodeset en el arranque, y logró que al menos la distro arrancara, pero por ejemplo la WiFi no funcionaba. El soporte de las tarjetas gráficas tampoco era correcto, y la solución «de compromiso» fue la de instalar los drivers binarios de NVIDIA para la GeForce GT 650M integrada en este portátil.
Otras molestias como el soporte incompleto del micrófono, el mayor consumo de batería (20% más que con OS X) hizo que Larabel tomase una determinación: eliminar Ubuntu del disco duro y ejecutarlo vía una máquina virtual en VMware Fusion, que según él funciona bastante mejor que VirtualBox sobre OS X. De hecho, afirma «para usar Linux en el nuevo MacBook Pro Retina Display en un entorno de producción, la única forma sana de hacerlo es a través de la virtualización«.
Probablemente el soporte hardware mejore para este portátil en próximas ediciones de Ubuntu o Fedora, pero lo cierto es que hoy por hoy esa compatibilidad es un problema. Así, si os planteábais comprar ese equipo para tener Linux instalado en un MacBook Pro con pantalla Retina, pensáoslo dos veces.