Los recientes cambios en GNOME 3.6 han sido muy alabados por sus desarrolladores y algunos usuarios, pero otros critican graves cesiones en componentes tan importantes como Nautilus 3.6, el explorador de archivos que pierde algunas de sus características originales, tales como el panel dual, las vistas compactas y de la barra lateral o el menú «Ir a».
Eso ha hecho enfadar a parte de la comunidad de usuarios-lo contaba Metalbyte mientras yo andaba de vacaciones-, y de hecho también ha hecho reaccionar a los desarrolladores de Linux Mint.
Clement Lefebvre, líder del proyecto, creó hace un mes un fork de Nautilus llamado Nemo que precisamente tratará de servir como una alternativa más completa de un Nautilus que según Lefebvre ha quedado algo cojo. Los usuarios ya pueden compilar e instalar este gestor de ficheros, aunque hay que tener en cuenta que aún está en fases muy preliminares de su desarrollo.
La propia Ubuntu podría tener que hacer algo similar, ya que aunque en Ubuntu 12.10 Canonical ha optado por hacer uso de una versión anterior (Nautilus 3.4) sin importar la versión más reciente, tendrán que tomar una decisión sobre qué camino seguir a partir de entonces. Habrá que ver cómo