NVIDIA ha anunciado a bombo y platillo la disponibilidad de sus nuevos drivers binarios, los NVIDIA GeForce R310 que según la empresa prácticamente doblan el rendimiento de sus GPUs en Linux y reducen los tiempos de carga de los juegos en Linux «de forma dramática».
Estos controladores, que soportan la nueva gama de tarjetas gráficas dedicadas NVIDIA GeForce GTX 600, llevan un año en desarrollo, y parece que incluso Valve ha colaborado para que este lanzamiento coincida con el cliente beta de Steam y se saque el máximo partido de los primeros juegos.
En las pruebas internas estos controladores han logrado llegar a los 304,51 fps contra los 142,7 fps de la versión anterior del driver en el juego Left for Dead 2 y sobre un sistema con una GeForce GTX 680 y Ubuntu 12.04 32 bits. Hay que señalar, no obstante, que a menudo tanto NVIDIA como AMD parchean sus controladores precisamente para lograr mejoras específicas en ciertos juegos, así que ese mensaje de «doblar el rendimiento» probablemente solo se cumpla en situaciones muy específicas como esta.