Como señalan en MuyComputer, un fallo crítico en el controlador de Samsung para UEFI está provocando que la instalación de sistemas Linux convierta los portátiles de la compañía en un ladrillo.
Los modelos donde se ha comprobado el bug son los 530U3C, 300E5C, NP700Z5C, NP700Z7C y NP900X4C. Un error que no está relacionado con el arranque seguro UEFI Secure Boot que Microsoft ha implementado para Windows 8 y sí con el controlador de Samsung para el nuevo sistema básico de Entrada/Salida UEFI que está sustituyendo a las viejas BIOS en las nuevos equipos.
Por lo que cuentan, algunos de los portátiles (con Windows de serie y UEFI) se bloquean al instalar Ubuntu 12 (y otros sistemas GNU/Linux) resultando en la temida pantalla negra de la muerte. Tras apagar forzosamente el equipo e intentar arrancarlo, el firmware almacenado en un chip soldado en la placa no es capaz de poner en marcha el equipo, convertido en un ladrillo tras un briked en toda regla.
Desde Canonical se aconseja instalar la última versión Live de Ubuntu que obliga a arrancar con la antigua interfaz de BIOS en vez de UEFI.
No se sabe cuando Samsung dará solución a este problema que pasará por una simple actualización del código de UEFI. Desgraciadamente, mientras un Linux como Android está ayudando a Samsung a batir todos sus récords de ingresos y beneficios, parece que le importa bien poco que ‘cuatro frikis’ instalen Ubuntu en un equipo que ya ha vendido con Windows pre-instalado.
Si muchas veces te has preguntado por la cuota de Linux en el escritorio (bajísima por calidad y potencial) este caso confirma que la falta de soporte de los grandes fabricantes es una de las causas.