Cuando Jim Zemlin, director ejecutivo de la Linux Foundation, nos decía que “todo el mundo usa Linux todos los días”, no lo decía en balde. En efecto, Linux está en todos lados y nosotros, como usuarios de GNU/Linux, somos tan solo una pequeña parte del total, muy lejos del abrumador éxito de Android en el mercado móvil. Pero hay muchos más ejemplos del despliegue de Linux más allá del consumidor final. ¿Os gustaría conocer algunos de los más relevantes? ¿Y algunos de los más curiosos?
Echamos mano de un artículo publicado hace unos días en MyLnuxBook para realizar una pequeña travesía por ciertos productos o proyectos que se apoyan en Linux para funcionar. Algunos ya los conocéis, son casos de éxito claros; otros, sin ser tan conocidos, son más de esperar. Pero también los hay curiosos a todas luces.
Por ejemplo, algunos de los hitos más famosos de Linux nos remiten al Gran Colisionador de Hadrones, las bolsas de valores de medio mundo o, más recientemente, la Estación Espacial Internacional. Son tres casos de éxito en los que, además, Linux no camina solo, sino que se deja acompañar por el GNU, o lo que entendemos como un sistema operativo completo. Son, asimismo, tres áreas delicadas, como lo es potenciar a los submarinos nucleares estadounidenses, y no viene de ahora.
Para sorpresa de algunos, Linux también está presente en armas mucho más pequeñas. Por 17.000 dólares del ala, de hecho, te puedes hacer con todo un rifle de precisión con mirilla inteligente, para no fallar nunca el tiro (no es un tema que me guste mucho, este de las armas, pero está ahí).
La electrónica de consumo, por supuesto, no se libra de tener al pingüino de acompañante, desde navegadores GPS a centros multimedia para el salón, relojes despertadores inteligentes o, entrando en el terreno de los electrodomésticos, neveras inteligentes (cualquier cosa que se conecta a Internet es «inteligente» en el argot tecnológico…). Tampoco se libran los automóviles, y en este punto la referencia de futuro son los coches de Google. Atención, que quien dice coches, dice motos.
Ya que hemos mencionado a Google, su reloj inteligente -y posiblemente el de otras compañías que se aventuren en la que parece podría ser la nueva moda de cara al año que viene- también funciona sobre Linux. Y qué decir de las Google Glass que tanto revuelo están causando en las últimas fechas, en las que han conseguido hacer funcionar a Ubuntu.
Como se puede ver, Linux está en todos lados. En el espacio, en la Tierra, en empresas ambiciosas, en pequeños productos. Está donde no estarán nunca OS X o Windows, no solo por una superioridad técnica, que es algo sobre lo que se podría discutir -y se discute, vaya si se discute-, muy especialmente por su carácter de software de código abierto, lo que es indiscutible.
De hecho, nada más pintoresco para cerrar que una imagen de una máquina de ordeñado que, como todo lo anterior, funciona con Linux: