Lo advertíamos ayer, en nuestro especial Todo (lo que se sabe) sobre Ubuntu Edge: la impresionante acogida de la campaña de Canonical, que consiguió recaudar más de tres millones de dólares en menos de 24 horas, se debió exclusivamente a la oferta de lanzamiento por la que se podía adquirir uno de los terminales a un precio especial de 600 dólares. Una vez se agotaron, la recaudación se estancó.
Pero Canonical acaba de demostrar con, no se sabe bien si algo de cara dura -podían haberlo hecho desde el principio- o algo de desesperación -parece más probable-, que todavía es posible salvar la situación. ¿Cómo? Muy sencillo: incluyendo nuevos paquetes a precios más razonables:
- Por 625, 675, 725 o 830 dólares, lo que «prefieras» pagar, tendrás un Ubuntu Edge además de agradecimiento y reconocimiento.
- Por 1.400 dólares tendrás dos Ubuntu Edge y el agradecimiento y reconocimiento de marras, que viene a significar que publican tu nombre en una página web.
El porqué de este cambio ya lo hemos dicho: la recolecta se había estancado. Lo que ha pasado ahora es que de las 84 personas que habían reservado el smartphone al que se supone es su precio real, 830 dólares, solo queda una que vaya a pagar eso por el aparato. Y seguramente sea así porque no se haya enterado todavía de las nuevas «rebajas», que son las que están recogiendo el testigo. A la hora de escribir esto se superan tímidamente los 4 millones de dólares.
En resumen, Canonical está forzando a los indecisos a darse prisa en soltar la pasta, si es que quieren conseguir el objeto de deseo al mejor precio. En estos momentos, la opción de 624 dólares tiene casi 600 interesados de 1250 disponibles; la de 675 dólares, solo 9; la de 725 dólares, solo 3. Con que consigan agotar las anteriores opciones de compra, habrán reunido más de 28 millones de dólares.
No sabemos si Canonical conseguirá su objetivo de recaudar 32 millones de dólares vía crowfunding para fabricar su propio teléfono, Ubuntu Edge, aunque ahora parece que lo tienen más fácil. Lo que sí está claro clarinete es que Canonical ha vuelto a hacer de las suyas para que todos estemos pendientes, triunfe o fracase. Y que nadie lo entienda como un insulto, porque no lo es (sincera y personalmente, le deseo a Canonical lo mejor en esta aventura… aunque me de un pelín de vergüenza ajena que hayan tenido que recurrir al crowfunding).
