¿Te acuerdas de cuando Firefox era el gordito de la clase, el que menos corría y el que más comía? ¿Te acuerdas de cuando decidió cambiar y cada seis semanas volver a intentar hacerse con la corona -la corona del segundo- que poco a poco le había arrebatado Chrome? Hace más de dos años y medio que se lanzó Firefox 4, y desde entonces han cambiado mucho las cosas.
Por ejemplo, se creó el proyecto MemShrink, precisamente para reducir el consumo del navegador. Y lo hicieron de notable. Tanto, que ahora mismo Firefox es, de los principales, el más moderado con los recursos de la máquina de gasta.
Pues bien, MemShrink sigue dando sus frutos y tras corregir varios errores importantes el uso de Firefox en páginas web con una gran cantidad de imágenes mejorará de manera crítica. De hecho, la mejora comenzó con Firefox 24, aunque no terminará de estar implementada por completo hasta Firefox 27. Puedes comprobarlo entrando en esta página con Firefox 23, si es que todavía lo tienes por algún lado. Luego haz lo mismo con la versión estable actual (24), la Beta (25) y Aurora (26).
La siguiente gráfica muestra claramente cómo Firefox se ha apretado el cinturón, y solo incluye hasta la versión Aurora, a la espera de que Firefox Nightly (27) introduzca el último cambio de gracia:
Ya sabíamos que Firefox es el navegador web más estable. También que, en la práctica, es tan rápido como los cabezas de lanza, y de hecho Firefox 22 logró vencer a Chrome en este apartado por primera vez, a pesar de que las milésimas de segundo de diferencia se han vuelto a poner a favor del desarrollo de Google.
Lo que nos falta por saber es si Firefox es el navegador web más seguro; si las medidas que ha tomado Mozilla en estos últimos tiempos, y han sido muchas, además de las que vienen, son suficientes o no para alzarse también con este laurel, que en 2011 dieron a Chrome… Y es que ha llovido mucho ya desde ese estudio.
Lo cierto es que es curioso. Es curioso que Firefox esté «ganando» todas las batallas que muchos le daban por perdidas, y que comience a flaquear en el área en la que siempre fue mejor, la de las extensiones.