Voy a provechar esta jornada de fiesta pagana para, apoyándome en la popular frase del titular, dejar un pequeño «truco» dirigido a esos usuarios más nuevos o despistados. Porque lo que viene a decir la cita es que conviene recordar todo lo sufrido para no caer en el mismo agujero una y otra vez.
Y en GNU/Linux no hay mejor solución a ese problema que echar mano del comando «history«. Tan sencillo como eso.
Es normal que algunos usuarios, con el tiempo, utilicen la terminal, porque lo necesitan o porque les apetece, y se aguante mucho en el mismo sistema o se cambie cada poco, se acumula cierta información -valiosa en muchos casos- en el historial de Bash que una vez formateado el equipo se pierde para siempre.
Así que el truco es simple: junto al resto de copias de seguridad que deberías hacer sí o sí, anota una más en la lista. Lanza por consola el comando «history« y guarda la salida en un archivo de texto plano, o añade directamente el archivo oculto «.bash_history» que se crea en tu directorio personal (tu Home) a tus copias de seguridad automáticas. Consejo muy básico, pero importante.
De manera adicional puedes utilizar la combinación de teclas «Ctrl+R» para filtrar resultados en consola. Pero si eres muy exigente y el historial se te queda corto o hecho un desastre, con entradas duplicadas que se comen el límite por defecto…
Con el siguiente comando fijas el máximo de entradas en el historial de Bash:
export HISTFILESIZE=3000
Y con este le indicas que no quieres guardar comandos duplicados:
export HISTCONTROL=ignoredups
Volvemos mañana con el PING y alguna cosilla más ;)