A Ubuntu 13.04 se le acabó el soporte. Es decir, si estas utilizando esa versión o una derivada de la misma, a partir de hoy dejarás de recibir actualizaciones de estabilidad, seguridad, o de cualquier otro tipo. Es decir, tienes que actualizar.
¿Hay algo más que añadir? Lo hay. Y es que este es un caso un tanto especial por dos motivos. El primero, que Ubuntu 13.04 fue todo un alivio en un aspecto que, desde la llegada de Unity a la distribución, era el gran lastre: el rendimiento. Ubuntu 13.04 mejoró notablemente la experiencia, y Ubuntu 13.10 ha seguido por el mismo camino.
Sin embargo, lo más curioso del asunto es que, por primera y muy seguramente última vez, una versión regular de Ubuntu se queda sin soporte antes que la anterior. Ubuntu 12.10 mantendrá el soporte hasta abril. Esto es así porque coincidió con el cambio de política en el soporte de los lanzamientos regulares, reduciendo los 18 meses habituales a solo 9.
Es por ello que en MuyLinux ya no recomendamos las versiones regulares de Ubuntu, únicamente las LTS, que tienen cinco años de soporte.
Si te encuentras utilizando Ubuntu 13.04, las dos cosas más sencillas e inteligentes que puedes hacer son:
- Actualizar a Ubuntu 13.10 y cuando se le acabe el soporte a ésta hacerlo lo propio con Ubuntu 14.04, la próxima LTS que sale en abril.
- Esperarte al 6 de febrero, día en el que se lanzará Ubuntu 12.04.4, nueva versión de mantenimiento de la anterior LTS.