Hace tiempo que quería publicar una reflexión sobre este tema, pero es precisamente la falta de tiempo lo que me ha hecho retrasarlo. Así, aprovechando tanto el follón de la semana pasada con la salida del CEO de Mozilla como las últimas capturas que vimos ayer de lo que será Firefox OS 2.0, entro en materia y lanzo una pregunta: ¿es necesario Firefox OS?
Decía, tras leer el artículo de opinión de Eduardo Medina acerca de una supuesta decadencia de la Mozilla Foundation, que no estoy de acuerdo con algunas de sus valoraciones. Por ejemplo, no veo a Google como una hermanita de la caridad con Mozilla, sino un acuerdo comercial en el que el gigante de Internet es el que más pasta suelta, porque puede y es al que más interesa.
Sobre Brendan Eich, no vamos a remover el asunto después de la que se lió en el hilo de marras, pero, dicho en plata, el tipo la cagó en su momento y eso le ha pasado factura. Aunque después pidiera disculpas y tiempo para demostrar que el respeto de Mozilla sería, como siempre ha sido, total para con el colectivo LGTB (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales).
Aun a sabiendas de que la comparación sonará un poco extrema, conviene recordar que desde la abolición de la esclavitud en Estados Unidos hasta que la población negra tuvo derecho a voto, pasaron cien años. En ese periodo, mucha gente blanca «de bien», que no odiaba a los negros ni les deseaba ningún mal, no entendía tampoco que tuvieran derechos como el de voto. Esta parece ser la postura de Brendan Eich hacia el matrimonio homosexual: «ni os odio, ni os deseo ningún mal, pero doy 1.000 dólares para una campaña a favor de una proposición de ley que os prohíba casaros» (no es una cita, ojo, es una interpretación). Visto así, y no dudéis que así lo vio mucha gente, Eich era una mancha negra al frente de Mozilla.
El discuso de Eich pidiendo perdón, no obstante, creo que fue adecuado a las circunstancias, a pesar de que podía haberlo dado antes. Todos tenemos derecho a disculparnos y rectificar. Además, un tipo con su currículo -creador de JavaScript y cofundador del proyecto Mozilla- no es como para dejarlo escapar, pero… Ya sabemos lo que pasó; tuviera presiones o no, actúo honorablemente, de él podían aprender muchos.
Cambiando de tercio, uno de los objetivos de Brendan Eich era el de impulsar el desarrollo de Firefox OS, y es ahí donde me interesa de verdad entrar. No termino de comprender a qué juega Mozilla, un proyecto que nació con un fin concreto y muy necesario, que desde luego no es el de ofrecer un sistema operativo alternativo que nadie necesita.
Durante varios años, hasta la llegada de Chrome / Chromium, Firefox era una herramienta indispensable desde la perspectiva del software libre, esto es, era clave contar con un navegador libre multiplataforma que respetase los estándares e hiciese evolucionar la Web. Su presencia todavía es vital para Internet, pero ahora hay otra gran alternativa que está innovando tanto o más… ¿Y qué hace Mozilla? Destinar cuantiosos recursos a Firefox OS.
Vaya por delante que yo apoyo a Firefox: para mí es el mejor navegador web actualmente por lo completo; no me importa que tarde unas milésimas más que Chrome en cargar las páginas, sobre todo cuando consume bastante menos, y aunque tengo mis quejas particulares solo deseo que el software vaya a mejor y yo poder disfrutarlo. Por eso no entiendo la necesidad de Firefox OS…, lo que tampoco significa que no me guste -¡nada más lejos de la realidad!-.
Es mi opinión, sin embargo, que Firefox OS no es necesario, porque desde que Mozilla comenzó el proyecto los recursos desviados para su desarrollo han hecho merma en el estupendo ritmo que tomó Firefox a partir de su versión 4. Basta con echar un vistazo a los cambios en las últimas versiones para notar la «desaceleración». Mozilla no es Google aunque le gustaría y Firefox OS -ahora se ve con mayor claridad- es muy posiblemente la razón por la que aplicaciones como Thunderbird fueron puestas «en manos de la comunidad», una forma elegante de quitarse trabajo de encima.
Asimismo, ya existen sistemas operativo móviles Open Source -sí, tan «abiertos» como Firefox OS- donde sí tiene sentido la presencia de Firefox como navegador web, como aplicación. Para colmo, en nada ha revolucionado el sistema de Mozilla el desarrollo de HTML5, por lo menos por ahora y muy especialmente en comparación con Chrome y Chrome OS.
El titular de esta entrada está cogido por signos de interrogación que, como habéis leído, a mí me sobran: por diferentes motivos, encuentro innecesaria e irrelevante la aventura en la que se ha embarcado Mozilla, que de acabar en fracaso, puede suponerle un buen varapalo al proyecto que nos afectará a todos eventualmente. Y, repito, me gusta Firefox OS.