Como seguramente ya sabéis, ayer se lanzó oficialmente Firefox 29, nueva versión del navegador web libre por excelencia con apenas un par de novedades reseñables, pero muy importantes.
En primer lugar Firefox 29 introduce un nuevo método de sincronización de datos simplificado, para el que solo hace falta una cuenta de Mozilla. No obstante, el método tradicional se mantiene, al menos por el momento.
El cambio de mayor calado, sin embargo, es el estreno de Australis, la interfaz de usuario en la que llevan trabajando desde 2011 y que finalmente viste al navegador. Os dimos un adelanto de la misma hace unos meses.
La renovación estética llama la atención, desde luego, especialmente la redondez de la pestaña activa, ya que el resto quedan sin forma o relieve «para evitar distracciones», dicen en Mozilla. Asimismo, es difícil no notar la desaparición del menú de Firefox, que ahora ha sido incrustado a la derecha de la barra de herramientas.
El nuevo menú de Firefox es, de hecho, la pieza más interesante de este conjunto, con esos grandes iconos para acceder rápidamente a las funciones más utilizadas y con la posibilidad de configurarlo al gusto con arrastrar y soltar elementos, incluyendo botones de extensiones.
Y como guinda de este pastel llamado Australis, el botón de marcadores, que ha sido fusionado con el de añadir marcador.
En el siguiente vídeo podéis ver los cambios en movimiento.
Para terminar, no me puedo callar una opinión sobre lo que Australis supone, y es que no todo es tan bonito como lo pintan desde Mozilla… comenzando por las pestañas: mientras que el concepto de las pestañas en segundo plano me gusta, esas curvas no me atraen nada, aunque sea un pequeño detalle sin importancia al que te acabas acostumbrando.
Son las regresiones a nivel práctico las que me preocupan, por ejemplo, el no permitir mover los botones de dirección de su sitio, lo mismo para el botón de recargar página o la mencionada fusión obligatoria de los botones de marcadores. Y desaparece la opción de mostrar iconos pequeños en la barra de herramientas.
El menú, eso sí, es un avance significativo de usabilidad.
En resumen, Firefox 29 trae una de cal y otra de arena. Sin embargo y a diferencia de Chrome, las posibilidades de modificar la interfaz a base de complementos son notorias y por esa vía tal vez se puedan «arreglar» alguno de los flecos comentados. Sin ir más lejos, Classic Theme Restorer (Customize Australis) ya es todo un éxito.
