Porque no todo es Ubuntu y porque el catálogo de Mountain es especialmente interesante para el usuario profesional, he aquí un pequeño giro no planeado que, espero, os resulte igualmente interesante. Os presentamos la workstation Steel 20, gobernada por Debian 7.5.
Mountain solo instala Ubuntu, pero es posible comprar sus equipos sin sistema operativo, que es lo que hemos hecho en esta ocasión. Como no era cuestión de repetir argumento, además, hemos optado por salimos un poco por la tangente para prestar atención a donde no solemos prestarla: al sector profesional.
Dos son las preguntas que requieren respuesta:
¿Por qué una workstation?
El término workstation se ha ido diluyendo con el paso de los años y poco tiene que ver con lo que suponía tiempo atrás. No obstante, todavía conserva el concepto un matiz de diferenciación de lo que son ordenadores personales, que sirven para trabajar, claro, pero no al mismo nivel.
En este punto las especificaciones técnicas pueden resultar engañosas en comparación con un PC de gama alta actual, pero cualquier atisbo de duda respecto a si mantener el término workstation hoy en día es válido o no desaparece cuando te plantan delante a un «monstruo» como el Steel 20.
¿Por qué Debian?
Lo cierto es que no hace falta justificar la elección de Debian como sistema con el que gobernar un máquina hecha por y para el trabajo, donde los requisitos que priman son estabilidad y rendimiento. La pregunta, en todo caso, sería ¿por qué Debian no?
Dicho y hecho, escribo estas líneas desde Debian Wheezy y un Steel 20 ligeramente retocado…
Mountain Steel 20 Pro
- Procesador Intel® Core™ i7 4770 a 3,5GHz
- 8 GB de RAM DDR3 1600 Mhz (2x 4 GB)
- SSD Toshiba 128GB
- Disco duro Toshiba 1TB 3,5″
- Intel HD 4600 de 1,5GB DDR3 (memoria compartida)
- Tarjeta gráfica Nvidia GTX 760M de 2GB GDDR5
- Grabadora DVD
- Lector de tarjetas
- Cuatro ventiladores de 140mm
Las dimensiones del aparato son 39,5cm de alto, 21cm de ancho y 49cm de profundidad, todo con un «peso pluma» de 9,5kg.
Sin embargo, lo más impresionante del Steel 20 no es lo que lleva, sino lo que le cabe, tanto por conectividad, por bahías de almacenamiento y posibilidades de ampliación. Demasiado galimatías como para recitarlo ahora; los detalles, en las especificaciones oficiales.
Seguramente muchos habréis leído con cierto estupor las características del Steel 20, y es que nadie necesita un bicho así en su habitación. Pero para un profesional o una pequeña empresa que quiera disponer de infraestructura propia, es una solución de lo más interesante e incluso productiva.
Por ejemplo, con el Steel 20 Pro, podría montarse fácilmente un puesto de trabajo administrativo que además gestionase un pequeño servidor de copias de seguridad con almacenamiento local, e incluso una pequeña nube funcionando las 24 horas, todo al unísono. Lo mismo podría levantarlo un PC «normal», por supuesto, pero tras un uso intensivo, más tarde o más temprano, las limitaciones saltarían a la vista.
Así, junto a la más esperable prueba de un portátil como el Graphite 30 con Ubuntu 14.04, nos adentramos en otras tierras, con Debian Wheezy al frente. Ya os iré contando.