Comenzamos la semana, comenzamos el mes, con una noticia realmente jugosa: MEGAsync para Linux está próximo, muy próximo. O eso es lo que debería significar que a la gente de Mega se le haya escapado bloquear en sus servidores la descarga de los instaladores para Linux.
En efecto, los paquetes de MEGAsync ya están disponibles para descargar, aunque no se ha dicho ni mu de forma oficial u extraoficial (que sepamos; nosotros nos hemos enterado vía redes sociales). Por lo tanto, precaución antes de lanzarse, no porque haya dudas sobre la autenticidad del material, sino porque se trata de software en desarrollo, probablemente beta o prebeta, susceptible de errores y quién sabe si con el peligro de pérdida de datos.
La advertencia es obligatoria, pues a buen seguro sois muchos los usuarios que suspiran por un cliente de escritorio con el que almacenar y sincronizar sus datos aprovechando los 50 GB gratuitos que ofrece la nube cifrada de Kim Dotcom… lo que parece estar a la vuelta de la esquina. Esta es la noticia. No podemos recomendaros algo que no ha sido ni siquiera anunciado, así que actuad bajo vuestra responsabilidad.
Por supuesto, es difícil no caer en la tentación y nosotros hemos caído. Hemos probado MEGAsync y lo único que podemos decir es… que pinta genial y que va fenomenal. Para empezar, hay disponibles instaladores para Debian 7, Fedora 19 y 20, openSUSE 12.2, 12.3, 13.1, Ubuntu 12.04, 12.10, 13.10 y 14.04, además de dos instaladores genéricos en DEB y RPM, todo para 32 y 64 bits. Los paquetes son dos: el cliente de escritorio y una extensión para integrarse con el gestor de archivos Nautilus.
Una vez instalado hay que configurar la cuenta y elegir entre «sincronizar todo tu disco duro en la nube» o «sincronizar carpetas específicas de tu disco en la nube», que parece una opción más sensata. Por defecto creará la carpeta «MEGAsync» en el directorio personal, pero se puede cambiar, así como añadir diferentes carpetas a sincronizar, al estilo SpiderOak o Wuala.
No falta el icono en la bandeja de sistema como indicador de que MEGAsync está en activo, monitorizando los cambios en las carpetas señaladas. Desde ahí se puede acceder a acciones rápidas como mostrar el estado -el espacio disponible y los últimos movimientos-, importar enlaces para descargar, subir archivos o abrir los ajustes de la aplicación.
Con respecto a los ajustes, es posible observar el estado de la cuenta, gestionar las carpetas sincronizadas, limitar el ancho de banda utilizado por MEGAsync (por defecto el 90%), configurar un proxy o excluir archivos por tipo, entre otras cosas.
Para terminar, también hemos probado la integración con Nautilus, con el menú contextual, donde seleccionar y subir archivos directamente. Como el resto, funciona correctamente. De hecho, MEGAsync funciona muy bien en general: detecta los cambios en las carpetas monitorizadas al instante, consume muy poco -alrededor de 20 MB tanto en reposo como en activo- y está en español. ¿Qué más se le puede pedir? Una cosa: que sea anunciado cuanto antes para que os lo podamos recomendar, porque lo visto es totalmente recomendable.
A todo esto, muchas palabras y casi se nos olvida poner el enlace para descargar MEGAsync para Linux (si utilizáis la extensión para Chrome o Firefox el enlace os fallará, hay que deshabilitarla momentáneamente para acceder). Y lo volvemos a repetir: a pesar de las flores, cuidado. Por si acaso.