He estado esperando «la» pregunta desde el mismo día en que echamos a andar la zona Mountain. Para mi sorpresa ha tardado en llegar, pero ha llegado. Nos la dejaba Jordi en el buzón del experto y voy a desarrollarla en este artículo, porque como le decía a él, mi respuesta a qué equipo le recomiendo, si el Dell XPS 13 o un Mountain, no es estática ni está supeditada a la relación comercial que nos une con el fabricante español (y aunque no valga de nada que yo lo diga, ese es el punto fuerte de esta zona). Veamos.
Desde que comenzamos con la zona Mountain hemos mostrado varios de sus equipos, pero de momento solo hemos recomendado dos: la workstation Steel X y el sobremesa de oficina Quartz. Recomendado «oficialmente», se entiende, lo que equivale a que tras analizarlos y aplicar una configuración dedicada, hemos comprobado que su funcionamiento es el mejor posible… con Ubuntu. Ese es el quid de la cuestión, porque todos los equipos de Mountain son recomendables, pero cuando hablamos de Linux la cosa cambia.
Para empezar, ¿dónde se puede comprar un PC nuevo de gama media alta un usuario de Linux? ¿En cualquier sitio? Debería. A estas alturas de la vida se supone que la compatibilidad de una distribución moderna con hardware estándar sea aceptable cuando menos, y lo es en la mayoría de los casos. Con la excepción de un fenómeno al que vamos a llamar «flecos chirriantes». Vais a entenderlo enseguida.
Antes, echad un vistazo a vuestro propio ordenador, sea un sobremesa o -mejor- un portátil, y responded a la pregunta: ¿es totalmente compatible con Linux? ¿Totalmente? Lo más seguro es que ni lo sepáis, pues mucha gente no usa todas las características de su equipo. Yo, por ejemplo, siempre desconecto el Bluetooth, nunca he tenido la necesidad de conectarme vía DisplayPort, utilizo la salida HDMI de vez en cuando y tampoco soy fan de las teclas físicas; como consecuencia, hay detalles que miro más que otros a la hora de comprarme un equipo nuevo.
Quienes hayáis respondido afirmativamente a la anterior pregunta y, más importante, lo hayáis hecho con conocimiento de causa, habiéndolo comprobado como corresponde, tenéis mucha, mucha suerte, o la ventaja del tiempo. En efecto, si vuestro equipo tiene unos años es más probable que el soporte sea mejor, y cuidado con aventurar opiniones porque también pasa en Windows, aunque sea en menor medida: si el ritmo al que evoluciona el software es endiablado, el del hardware es más temeroso si cabe.
Por lo tanto, cuando adquirimos un equipo nuevo esperamos que vaya bien, pero asumimos un eventual encontronazo con un fleco chirriante. Y si además es un equipo a la última, el temor de topar con algún componente rebelde es mayor. Esta es la razón de que todavía no hayamos recomendado un portátil de Mountain, y estoy empezando a pensar que nos estamos pasando con el nivel de exigencia.
Si os acordáis del Graphite 30, un señor PC que iba como un tren, nos dio dos problemas -o flecos chirriantes- dignos de mención: un par de las teclas físicas no reaccionaban, lo cual consideré indiferente debido a que no había pérdida de funcionalidad; y, ocasionalmente, el sonido no iba cuando se conectaba el equipo vía HDMI utilizando la gráfica Nvidia. ¿Suena rebuscado? Lo es. Pero la intención de las recomendaciones es esa y solo esa: asegurar un resultado óptimo de todos los componentes.
Para mí, los Mountain que hemos recomendado ofrecen un resultado óptimo, como también lo hacía el Graphite, dicho sea de paso. La diferencia entre uno y otros es que, evidentemente, no analizo y preparo estos equipos en base a mis necesidades; por el contrario, se mira con lupa cada opción y su correcto funcionamiento en busca de la mejor experiencia de usuario posible.
Así, cuando alguien me dispara a bocajarro que si el Dell XPS 13 o un Mountain… ¡me hacen falta más datos! ¿Qué Dell XPS 13? ¿Qué Mountain? Y lo más importante: ¿para qué lo vas a utilizar? No puedo decir nada más del Dell XPS 13 de lo que dije en su momento, que no fue poco y casi todo positivo. En cambio, el nuevo modelo de 2015 no lo he probado aún y por lo que voy leyendo, parece que tiene no uno sino varios flecos chirriantes por pulir… Pero chirriantes de verdad, y eso me hace plantearme algunas cosas.
En primer lugar, si un fabricante de las dimensiones y categoría de Dell falla al entregar un producto dirigido en exclusiva para el usuario de Linux, para el que incluso dedican desarrolladores para su adaptación, ¿en qué situación deja eso a compañías mucho más pequeñas que intentan hacer lo mismo, pero sin los recursos del gigante? Me refiero a Mountain, pero también podría referirme a System76 u otras, que las hay.
Por esta vez le daremos el beneficio de la duda a Dell, se lo merece y nos consta que están trabajando para ello, y por supuesto estamos aguardando para probar si no uno, los dos modelos con Linux que ha anunciado para este año. Puede que entonces nos atrevamos con un ‘versus’ en condiciones. Mientras tanto, la comparación entre el Dell XPS 13 de 2013 y, por ejemplo, el Graphite 30, es inviable, porque estaríamos comparando un 13 pulgadas enfocado en la portabilidad con un 17 pulgadas enfocado en la potencia. Es decir, dos productos antagónicos.
Sin embargo, esta historia me da alas para experimentar con el catálogo de Mountain, a sabiendas del interés que existe por los equipos de tamaño reducido, e ir sacando conclusiones que trasladaros con el fin de contestar apropiadamente a esas preguntas que nos hacéis. Así pues, esperad novedades en la zona en breve, porque las va a haber y os va a gustar.
Como no sé si lo había hecho antes, termino este artículo tan… sin rumbo definido, agradeciendo a Mountain la confianza que ha depositado en MuyLinux, muy especialmente por su apertura de miras en lo que a los contenidos respecta y a mi libertad de tratarlos como crea conveniente, sin más filtros que el mío propio. Es un lujo y no es habitual.